Miércoles 20 de septiembre, 20:00 pm.
—Estoy algo nerviosa —comentó Daiana poniéndose el labial.
—No tienes que estarlo.
—Oh, gracias. Eres de mucha ayuda —ironizó.
Reí.
—Dai, en serio. Si estás nerviosa por lo que Zac pueda llegar a pensar de ti, déjame decirte que eres una boba. Los chicos mueren por ti, mirate. Eres hermosa. Una rubia con unos ojazos que intimidan. Además tienes unas tetas increíbles.
—No me refiero a lo físico.
—Bueno, se más específica —molesté.
—¿Por qué no te tomas nada en serio? —cuestionó saliendo del baño a la habitación.
La seguí.
—Lo siento, no te enojes. Soy una tarada —agarré su mano sentándonos en la cama—. No debes dudar de tu personalidad. Eres amable, divertida, eres leal, asquerosamente cariñosa, eres responsable. Tienes un buen corazón... Tan buen corazón que no te permite dejar al tonto de Louis.
—Ibas tan bien... —negó con la cabeza.
—Déjate de bobadas y vámonos.
—¿Estoy guapa?
—Si Zac no quiere nada contigo, yo sí —bromeé.
—Dame un beso, mami —dijo apretando mi cintura.
—¿Mami? ¿En serio? —Reí—. ¿Quién te ha dicho esa basura? Seguro fue el idiota de Louis.
—No... Claro que no... —se acercó al espejo mirándose el vestido algo insegura—. ¿Me queda bien? ¿No será mucho usar vestido?
—Oh, no. No te vas a arrepentir ahora de usarlo, me has obligado a llevar uno también.
Lleva un vestido azul sin hombros, corto pegado al cuerpo. Es un vestido muy bonito, es de terciopelo y le queda genial. Es casi imposible no mirarle las tetas.
—Cállate que a ti te queda genial.
Me miré al espejo... No me quedaba tan mal, ya me había acostumbrado. Era un vestido de Daiana, me lo había prestado. En realidad ella trajo este vestido y yo me iba a poner el azul, pero terminamos intercambiandonos. El vestido era negro, tambien es corto y apretado. de terciopelo. Solo que el mío tiene mangas largas, la espalda descubierta y una abertura en la pierna izquierda.
—No me puedo quejar, mira el culito que me hace —intenté distraerla de sus inseguridades.
—A puesto a que Jase no sacará los ojos de ahí.
—Antes de mirarme a mí, te mirará a ti... Ni Zac, ni Jase, ni yo podremos sacar la mirada de tus tetas.
Ella rió.
—Vámonos antes de que se cansen de esperarnos y se vayan.
Tomamos nuestros bolsos y bajamos hacia la sala, donde estaban Zac y Jase jugando en la consola... Más bien, estaban peleando por quién ganaba la pelea. Eran Shrek versus Iron Man. No sé ni qué juego es ese. Ambas nos quedamos de pie detrás del sofá esperando que girarán hacia nosotras. Sin embargo, no hicieron lo esperado. Siguieron matándose en el juego. Lo que destaco es que los dos están muy guapos. Tanto Jase como Zac llevaban camisas. Jase viste todo de negro, mientras que Zac patalones y zapatos negros con una camisa azul. Parece una broma, justo coincide con el vestido de Daiana. Le codeé el brazo a Daiana señalando a Zac. Ella me sonrió y asintió con la cabeza, diciendo que se había dado cuenta.
ESTÁS LEYENDO
El camino hacia ti...
Teen FictionEva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la inesperada ayuda de Eva. Al descubrir que ambos trabajaran juntos, sus personalidades opuestas choca...