El camino hacia ti...

Epílogo: Jase

Seis años, tres meses y cuatro días después de que Eva me pidiera ser novios...

Domingo 17 de noviembre, 20:30 pm.

—Bebééé —grité abriendo la puerta del departamento de Eva.

Estuve todo el día en un evento super aburrido.

Cuando Chloe decidió partir por su viaje por el mundo, yo decidí venir a vivir con mi monstruito. Nos ha ido muy bien, con Eva hicimos un acuerdo del que cocina no lava... Ya adivinaron a quién le toca cocinar siempre, ¿verdad? El chef Jase siempre está listo para cuando mi monstruito está hambrienta.

—¿Amor? —me acerqué a la habitación y no estaba.

—Acá... —su vocecita se escuchaba agotada.

Me acerqué al baño, donde estaba sentada al lado del váter.

—¿Qué ha pasado? —me senté a su lado y sujeté sus mejillas—. ¿Estás bien? ¿Has vomitado?

—Sí... Todo el día, es un asco... Tengo frío.

Le dí mi chaqueta.

—¿Comiste algo en mal estado? —interrogué.

—No lo sé, no me duele el estómago.

—¿Tienes la regla?

—Está atrasada.

—¿Cuánto?

—Dos o tres semanas.

—Eva... —Nos miramos un momento.

—No... Puede... Ser...

—Vamos —ayudé a ponerla de pie—. Ve a la cama y yo iré a una farmacia, mientras antes nos saquemos las dudas, mejor.

—Vale... Vale... —asintió caminando a la habitación—. Tú ve a eso y yo... A tomar agua.

Asentí cuando se sentó en el taburete de la cocina.

—¡Y no te ilusiones con esto!

Sonreí y volví a salir hasta la farmacia.

—¿Ya está? —pregunté con los nervios a flor de piel.

—No.

Ambos estábamos esperando en la cocina. Yo no dejaba de moverme en línea recta mientras que Eva estaba sentada sobre la mesada.

—¿Y ahora?

—Por quinta vez en dos minutos, Jase, ¡no!

—Vale, vale.

Eva está un poquito nerviosa...

—¿Y si sale que no?

—Pues, algo me habrá caído mal.

—¿Y si sale que sí?

Tomó aire y miró al suelo.

—Yo... No lo sé... Supongo que tendremos un monstruito.

Sonreí, me acerqué a ella.

—¿Tienes miedo?

—Nunca tuve tanto miedo en mí vida.

Apoyé mis manos sobre sus rodillas.

—Siempre estaré contigo. Si ese test, da positivo y resulta que seremos padres... Quiero que sepas que siempre daré lo mejor de mí. No te fallaré, ni a ti, ni a nuestro monstruito.