Capítulo 50: Jase

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Martes 13 de agosto, 16:00 pm.


—Falta mucho para decidir ya mismo un nombre, cariño —terminaba de decir Dean cuando desperté de una siesta.

—¡Yo quiero decidirlo ya! —chilló Katy cuándo oímos risas desde la entrada.

—Ay, por favor.... Yo quiero divertirme también —Lexi hizo puchero entrando a la sala con Eva y bolsas en sus manos.

—¿Por qué no le pides diversión a Jack Jack? —insinuó Eva con una sonrisita.

Lexi miró con mala cara a Eva.

—¿De qué hablan? —pregunté todavía acostado en el sofá.

—Ya que Chloe se fue a su viaje por el mundo. Lexi quiere que ponga un aviso buscando un roomie —Eva se acercó a darme un beso.

—Yo seré tu roomie —tiré de ella hasta que se quedó a mi lado.

Ambos estábamos acostados en el sofá. Giré mi cuerpo, ella estaba boca arriba con sus manos juntas debajo de su pecho cuando se rió al oírme.

—¿Qué te hace tanta gracia? —pinché su costilla.

—Lo que has dicho.

—¿No te gusta la idea?

—No pensé que querrías salir de tu cueva.

—En algún momento me gustaría que tengamos una casa juntos, ¿a ti no?

—No lo había pensado —contestó distraídamente.

—Pues yo sí y me gustaría ser tu roomie mientras Chloe no esté, pero si no quieres... —intenté ponerme de pie pero me detuvo.

—No dije que no quería —subió su pierna arriba de la mía—. Dije que no lo había pensado.

Me hice el ofendido cruzándome de brazos.

—Vamos... —besó mi brazo—. No —besó mi cuello—. Te —besó mi mejilla—. Enfades —besó la comisura de mis labios.

Oculté una sonrisa. No puedo resistirme a sus besos.

—¿Por qué no vamos arri....?

—Eva, podrías ayudarme en esto —pidió Katy con las manos en su barriga.

Katy está de dos meses. Ni siquiera tiene barriga, pero ella dice que sí.

—¿Con qué? —quiso saber Eva.

—Yo quiero que se llame Rylee si es niña y Arthur si es niño.

—Rylee me gusta, Arthur no.

—¿No te gus...? —sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Oh, no... Katy... —intentó decir Eva.

No le dió tiempo a decir nada más ya que Katy salió corriendo de la sala.

—Iré con ella —avisó Dean marchándose.

—Lo siento —dijo Eva, frustrada.

Acaricié su mejilla.

—No te sientas culpable, solo está... Sensible —puse un mechón de pelo detrás de su oreja.

—Si está así ahora, no me quiero imaginar el resto de los meses —comentó Lexi.

—Si me voy a poner así no quiero tener hijos —murmuró apoyando su cabeza en mi pecho.

—Tú no serás así, y si lo eres... Yo te cuidaré y cumpliré todos tus caprichos.

El camino hacia ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora