Capítulo 52 - Realmente Parecía Una Locura

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Fue un episodio psicótico común, aunque añadir el adjetivo "común" no lo hizo sentir menosloco. 

Por supuesto, la causa de la psicosis no fue él mismo, o no, tal vez lo fue. 

¿Cuándo comenzaron estos episodios? 

Lo calculó aproximadamente en su cabeza... 

¿Un mesdespués de "esa cosa"? 

No, ¿Dos meses? 

Pensó que fue más o menos en ese momento. 

Sucerebro habría necesitado tiempo para aceptar el shock y para mantener viva la crueldad,necesitaba alguna defensa para seguir adelante. 

Había oído que Dios le dio al hombre sólo el sufrimiento que podía soportar. 

No fue hasta esemomento que se dio cuenta de que las palabras no estaban equivocadas. 

Dios le dio elsuficiente sufrimiento. 

Si había un problema, entonces el sufrimiento se experimentaríaexactamente antes de la muerte. 

También fue inteligente. 

Cuando un episodio comenzaba, nadie podía detenerlo. 

Ah, ¿Exceptouna persona? 

No, había dos. 

El único problema era que ya estaban muertos. 

Así que ahorasólo esos dos fantasmas podían calmarlo, excepto que sólo aparecían en sus sueños y lovolvían loco. 

En su mayor parte, él volvería a sus sentidos al amanecer. 

Un episodio era similar a tomar unadroga. 

Una persona no sabía lo que estaba sucediendo en medio de él, pero una vez quedespertaba, sufría un gran sentimiento de vergüenza. 

Especialmente en su caso, elsentimiento destructivo era aún peor, ya que sus episodios ni siquiera eran causados por unaenfermedad. 

Lucio abrió los ojos y vio la tenue luz del amanecer brillando a través de la ventana. 

Se diocuenta de que tenía un episodio en el palacio de la reina por segunda vez. 

Pero lo que era aún más embarazoso era que la Reina estaba durmiendo a su lado. 

Su carapalideció en shock, y llamó rápidamente a la criada. 

"¿Llamó, Su Majestad?"

Respondió la criada después de entrar en la habitación.

"¿Por qué está la Reina aquí?"

La criada abrió los labios, pero no hubo respuesta. 

Lucio la instó a hablar, y ella finalmente lereveló los eventos de anoche. 

Tan pronto como Lucio lo oyó, un gran sentimiento de humillación que nunca antes habíasentido se estrelló sobre él. 

Maldita sea. 

Esperaba que la Reina nunca viera esta escena en suvida. 

"Se ordenó a todas las doncellas que permanecieran en silencio, Su Majestad. Así como elcaballero de la reina y su dama de compañía. Así que no tiene que preocuparse por eso..." 

"¿De qué sirve si la reina ya lo ha visto?"

Dijo indefenso. 

No estaba enfadado, sinoavergonzado. 

Dama A ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora