"Voy a obtener una confesión esta tarde. Rosemond será juzgada por intentar asesinar a un miembro de la familia real."
"¿Habrá pena de muerte?"
"Si no sucede nada inusual."
Dijo Patrizia con una mirada pensativa.
"Cuando estalle el escándalo, no hay razón para que el duque Ephreney se aferre a Rosemond. Nadie se opondría."
"Yo también lo creo."
Aceptó Petronilla.
"¿Cuándo regresará la Duquesa Ephreney?"
"Esta tarde. Sería alrededor de las 4 si no pasa nada más."
"Muy bien, Nilla."
Patrizia exhaló.
"Es bastante caótico cuando todo sucede de una sola vez, pero... sí, prefiero que todo termine ahora."
"¿No es ese el plan? Qué bueno sería si todo sucediera uno por uno. El problema es que el mundo no funciona así."
Dijo Raphaella, y Petronilla asintió con la cabeza.
"Será mejor que termines con esto, Rizi. El castigo es corto, pero la recompensa es larga."
"Así es."
Dijo Patrizia con un suspiro.
"Pero aún así, me gustaría hablar con Su Majestad sólo después de que los pecados de Rosemond sean probados."
***
La duquesa Ephreney miraba por la ventana de la cabaña con una expresión lúgubre.
Las olas azules se estrellaron contra el casco del barco.
Una gaviota se acercó y dio un grito.
Era un paisaje marino pacífico, pero la Duquesa Ephreney sólo podía mirar por la ventana con un rostro pálido.
Era como si hubiera perdido todo el placer de la vida, y no le quedaban emociones dentro de ella.
Alguien la llamó.
"Mi señora..."
"..."
Permaneció en silencio.
El orador era una de las ancianas de la Duquesa Ephreney, pero no esperaba una respuesta.
"Llegaremos pronto al Imperio Mavinous."
Anunció la dama de compañía.
"..."
Una sola palabra sería suficiente respuesta, pero la duquesa Ephreney no habló.
La dama de compañía tomó un respiro y salió en silencio de la cabaña.
La puerta se cerró de golpe y la duquesa permaneció en su sitio, sola.
Seguía mirando el mar con sus ojos desenfocados.
Después de lo cual, las lágrimas corrían por sus mejillas secas.
***
Una hora más tarde, el barco que llevaba a la duquesa Ephreney ancló en un gran puerto del Imperio Mavinous.
La dama de compañía se acercó a la duquesa para escoltarla.
"Hemos llegado, mi señora. Vámonos, por favor."
"..."
La Duquesa movió su cuerpo en silencio.
Todos los que conocían sus circunstancias la observaban con miradas compasivas.
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Dama A Reina
FantasyHace mucho tiempo, vivieron un par de hermanas gemelas muy unidas. Aunque eran muy diferentes, su amistad complacía a sus padres y las dos hermanas siempre se cuidaban mucho mutuamente. Su pacífica rutina pronto comenzó a cambiar cuando la gemela ma...