Capítulo 114 - Estoy Embarazada De Tu Hijo

6 2 0
                                    

Rosemond se escabulló al Palacio de la Reina a través de un pasaje secreto que solo ella conocía.

Fue diseñado para ser usado en emergencias y, por ende, era imposible el tener guardias cuidando.

Rosemond dejó a Glara atrás y se apresuró hacía el Palacio Central por su cuenta.

Tenía que apresurarse.

"Su Majestad..."

La líder de las damas de compañía del Palacio Central estuvo muy sorprendida de ver a Rosemond aparecer de repente con el pelo suelto sobre su cara.

La dama de compañía miró a la mujer con estupefacción, pero Rosemond ignoró su mirada desconcertada.

"Su Majestad... ¿Su Majestad está adentro?"

Dijo Rosemond entre jadeos.

"...Sí, lo está."

Respondió la dama de compañía.

"Entonces, ¿Por qué aún no has abierto la puerta?"

Dijo Rosemond bruscamente.

'¿Piensa qué todavía es la Emperatriz? Está a punto de ser destronada'

Se quejó internamente la líder de las damas de compañía, pero sin dejar que su cara lo demostrara.

"...Entre, por favor."

Tan pronto como la puerta se abrió, Rosemond corrió hacia el interior.

"Su Majestad."

"..."

Solo entonces Lucio levantó la cabeza.

La pareja hizo contacto visual.

"Su Majestad."

Repitió Rosemond suplicante.

"Te escuchó. No estoy sordo."

"Su Majestad, sálveme, por favor."

"..."

Lucio miró a Rosemond con una expresión complicada.

"¿Hay algo más que quieras decirme?"

"¿A qué se refiere?"

Preguntó Rosemond.

"Acerca de Petronilla."

Dijo Lucio cortante.

"Pensé que lo habías aprobado."

Respondió Rosemond con confianza

"Me prometiste hacerme emperatriz. Te creí con todas mis fuerzas... y aquí estoy, haciéndome cada vez más vieja. ¿Cómo no podría estar preocupada?"

Rosemond continuó con una fría sonrisa.

"Pensé que me entendías y todavía lo creo. ¿O me equivoco?"

"Te envenenaste a ti misma y pretendiste que habías tenido un aborto de un bebé que nunca tuviste. Luego, culpaste a Petronilla. Rose, no quería ese tipo de violencia. Si la anterior reina hubiera fallado en dar a luz a un príncipe heredero, pero antes de eso hiciste... Eso pudo haber sido manejado más pacíficamente."

"...Lo siento, su Majestad. No soy lo suficientemente paciente como para esperar por eso."

Los ojos ligeramente rojos de Lucio llamaron la atención de Rosemond.

¿Qué era lo que estaba pensando justo ahora?

¿Estaba decepcionado de ella?

¿Cómo se atreve a pensar eso?

Dama A ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora