Capítulo 80 - ¿Por qué Volví Aquí?

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Incluso después de reunirse con Petronilla, Patrizia se quedó sentada en el banco de la terraza, perdida en sus pensamientos.

Con la repentina aparición de una aliada, no se sabía cómo se vería afectado el campo de batalla.

Mientras pensaba en lo que quedaba por hacer, escuchó una voz sobre su cabeza.

"Las flores fueron hermosas".

"Eh...?"

Sorprendida, Patrizia miró hacia arriba.

'Es él'.

Pensó.

Gracias a Dios que no pasó nada.

"¿De qué iba eso antes?"

Preguntó Lucio.

"¿Qué quieres decir?

"Dijiste que no me sorprendiera y que mantuviera la calma sin importar lo que pasara..."

"..."

"Eso es lo que dijiste, ¿Verdad?"

"Sí, Su Majestad".

Ella dio una sonrisa incómoda.

"Y no se sorprendió. Pensé que lo estarías al ver lo hermosas que eran las flores".

Mintió.

Lucio estudió el rostro de Patrizia.

"Mentirosa".

Susurró en un tono bajo.

"..."

"Eres terrible mintiendo".

"... ¿Qué quieres decir?"

"¿Es algo que no puedes decirme?"

Preguntó.

Patrizia cerró los ojos y suspiró antes de responder:

"Eso es correcto, Su Majestad".

"Me siento bastante extraño".

"...¿Lo siento?"

"Supongo que todavía no soy digno de confianza. Lo comprendo."

"..."

"Si me pasé de la raya, me disculpo".

"...No, no lo hiciste".

Respondió Patrizia con una voz controlada.

Lucio pensó que ella tenía más que decir al respecto, pero al verla callar, decidió cambiar de tema.

"No te ves muy bien. Sería mejor que entraras y descansaras."

"Sí, Su Majestad".

"..."

Con esas palabras, se levantó y se fue.

Parecía que tenía más que decir, Patrizia murmuró en voz baja antes de sacudir la cabeza.

"No te preocupes por él."

***

Por recomendación de Lucio, Patrizia volvió al Palacio de la Reina.

Permaneció en silencio sobre las cosas que ocurrieron esa noche.

Si les contaba lo que Rosemond había hecho, tendría que explicar los asuntos que involucraban a Lucio y a la Reina Alisa.

No quería que la gente supiera más de lo necesario, ya que esos asuntos eran un secreto para todos los demás.

No había necesidad de hablar de las propias debilidades cuando la situación ni siquiera lo requería.

Ella esperaba que la gente a su alrededor pensara de la misma manera.

Dama A ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora