"..."
Patrizia se sorprendió por la inesperada preocupación de su marido.
Sin embargo, no se ofendió por ello.
Si odiara a este hombre hasta ese punto, entonces sería una situación difícil sin importar lo que pasara.
Afortunadamente no había llegado a ese nivel todavía.
"Mentiría si dijera que el trabajo no es duro, pero va bien." -respondió Patrizia.
"Me alegro de oírlo." -dijo Lucio con dureza.
La habitación se quedó en silencio, ya que ninguno de los dos tenía nada más que decir.
Aunque Patrizia estaba ligada por matrimonio a su marido, él ya tenía a una mujer a la que amaba, y no estaba interesado en ella.
Lo único que tenían en común era que ambos eran miembros de la Familia Imperial.
"No dejaré que nada empañe el honor de la Familia Imperial y de Su Majestad." -dijo Patrizia.
Su conversación tenía que terminar aquí.
"..."
"Así que no tienes que preocuparte por eso."
"... Muy bien." -dijo.
Luego se giró y se alejó.
Ella no se molestó por la poca cortesía, y no volteó para verlo irse.
Rápidamente volvió a la tarea que tenía entre manos cuando la puerta se cerró.
"¿Las esposas de los representantes estarán aquí?"
Las cejas de Rosemond se levantaron de interés por la noticia inesperada.
Glara asintió con la cabeza, y luego continuó susurrando en el oído de Rosemond.
"Se decidió hace un momento. Originalmente se suponía que solo serían los representantes, pero el plan cambió."
Rosemond cuidadosamente le dio vueltas a esta información en su cabeza.
"¿Es cierto que el Imperio de Christa no come cerdo por razones religiosas?"
"Sí. Dicen que su dios está representado por un cerdo." -respondió Glara mientras su cara se iluminaba como si tuviera una idea.
"Mi señora, ¿Por qué no lo usa en su beneficio?"
"Eres muy aguda, Glara. Me conoces bien." - dijo Rosemond mientras sonreía y jugaba con sus largos mechones.
Su voz se volvió urgente mientras trazaba su plan.
"Trae el menú que preparó la reina tan pronto como sea posible. Averigua cualquier pequeño detalle que puedas. No queda mucho tiempo hasta que los representantes lleguen, así que apúrate."
"Sí, mi señora. Déjamelo a mí."
Una amplia sonrisa se abrió paso en el rostro de Rosemond cuando imaginó un futuro que aún no había llegado.
"Creo que el futuro será bastante explosivo."
***
"Les ordené al personal de la cocina que preparara filetes de carne para la cena, Su Majestad."
Patrizia levantó la cabeza de su trabajo.
"Gracias, Mirya."
Mirya la miró con una expresión curiosa.
"¿Qué está haciendo ahora, Su Majestad?"
"Estoy escribiendo invitaciones."
"... ¿Invitaciones?"
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Dama A Reina
FantasiaHace mucho tiempo, vivieron un par de hermanas gemelas muy unidas. Aunque eran muy diferentes, su amistad complacía a sus padres y las dos hermanas siempre se cuidaban mucho mutuamente. Su pacífica rutina pronto comenzó a cambiar cuando la gemela ma...