Capítulo XI: Palabras en forma de daga II

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Las clases recurrieron con normalidad hasta la hora del almuerzo, donde Butters, quien había estando actuando muy raro todas las clases, caminaba solo a la zona de los basureros de la escuela.

Pip lo alcanzó a ver con la mirada, por lo que deicidio seguirlo para ver qué pasaba.

-Estimado amigo ¿Te encuentras bien? -Menciono entre formal y preocupado.

-No, necesito saber algo, ven vamos con los góticos. -Pip tragó saliva, bien ahora que los amigos de Damien no eran santos de su devoción, sin embargo, Leo se veía decidido.

Caminaron juntos hasta llegar a la parte de atrás donde estaban los góticos fumando y fue grande la impresión de Damien de ver a su novio y su amigo ahí, más porque el chico se veía furioso.

- ¡Michell! -La voz de Butters llamó la atención del pelinegro que volteo a verlo con una ceja alzada. - ¿¡A quién le vendiste esta mierda!?

Leopold llego con los chicos y lanzo el conejito amarillo que traía en la mano con la mitad del corazoncito. Sinceramente a estas alturas solo esperaba que no fuera Kenny quien compró el peluche, porque eso significaba que entonces estaba consintiendo más a su amante que a él

El pelinegro agarro el muñeco del suelo, Pete y Henrietta parecían molestos por el actuar del rubio, pero aquel gótico con una seña de mano les dijo que se callaran mientras volteaba a ver al rubio.

- ¿Podemos hablar a solas? -Leopold no estaba convencido, pero accedió dejando a Pip con aquellos chicos donde se sentía algo incomodo y ante la mirada molesta de Damien.

-A que viniste. -Claro que su voz no sonaba dulce.

-Acompaño a Leo... -No dijo ninguna mentira, pero su voz sonaba quebrada por el miedo y eso le daba desconfianza al pelinegro.

-Siempre te estoy pidiendo que estes a mi lado y, los únicos momentos que no ¿apareces? -Pip no sabía que decir, solo alzo para agarrar su brazo en señal de protección, pero se enterraba las uñas del miedo. - ¡Deja de hacer esa mierda!

Damien no le gustaba que Pip se hiciera daño, por lo que solo suspiró pesadamente mientras intentaba controlar su respiración para no llorar. El pelinegro al ver esa acción se mentalizo para no terminar de explotar, más porque Henrietta ya se quería meter en la plática, todos sabían el carácter de Damien y ya le habían dicho que, si querían que el chico cediera a su petición, que lo dejará de tratar asi.

-Perdón... -Fue un susurro entre labios, odiaba pedir disculpas. -Solo... ya perdón.

Pip asintió con la cabeza, intentando entender la situación y decidió mejor esperar a Butters con Tweek en la cafetería, para mayor comodidad de todos.

Mientras el rubio se alejaba, Butters le restaba atención a Michel quien le explico que, si recordaba esa compra, de una chica unos años mayor que ellos de cabello castaño y una linda sonrisa, aunque ropa un poco desgastada.

- ¿Por qué te interesa tanto esto? -Michell le regresó el muñeco el cual Butters aplastaba con impotencia.

-Porque lo encontré debajo de la cama de mi novio. -Su voz sonaba quebrada, su enojo solo era una farsa para esconder su dolor. -Puedo soportar sus infidelidades, pero esto... esto ya es otro nivel y no aguantó.

Michell se le quedo viendo al chico y le puso una mano en su hombre mientras le acomodaba un mechón de su cabello con la otra, con tanta delicadeza que Butters se impacto y no pudo controlar un poco el sonrojo, ¿por qué este tacto fino le fue tan grato? No es Kenny no lo tratará asi, solo que, un desconocido lo hiciera.

-No deberías soportar sus infidelidades, Leopold. -Explicaba Michelle. -Amar a una persona es una droga potente niño, te puede llevar al infinito, pero a cambio de perder el suelo y todo lo que te rodea.

- ¿Dónde leíste eso? -Se intento burlar para aligerar el ambiente, le había dicho eso casi en un susurro sin dejarle de ver y se estaba incomodando un poco. - ¿Edgar Allan Poe?

-Era un hombre que sufrió mucho desamor, como tú. -Aseguró el pelinegro con una media sonrisa. -Aun tienes brillo Leo, no dejes que te lo termine de robar.

- ¡Pero yo lo amo! -Se termino de destruir el rubio mientras abrazaba a Michell con fuerza, no quería verse así de débil con sus amigos, sabía que todos tenían problemas, sin embargo, deseaba poder sacar un poco de su dolor. -No tienes ide de cuanto lo amo...

- ¿Más de lo que te amas a ti? -Michell lo abrazo mientras lo calmaba con la mano, el alcohol de cigarros inundó sus fosas nasales de Leopold y, por primera vez, se le hizo un olor tranquilizador. -No soy de meterme en la vida de los demás, sin embargo, por esta ocasión lo haré y te conseguiré su nombre... ¿Okay?

-Okay... -Leopold asintió no muy convencido, agradecía a Michell mientras este el dedicaba una ultima sonrisa y Leo se iba para la sala con sus demás amigos, chance había encontrado en Michell un nuevo amigo y refugio para sobrellevar esta vida.

Por último, antes de que sonará el timbre de salida, en la clase de matemáticas todo el mundo estaba platicando unos con otros por que le profesor no había ido y Clyde aprovecho para hablar con Tweek un poco separados del resto ya que Token no estaba en aquella clase y Pip estaba muy a gusto hablando con Butters y Wendy de unas cosas.

-Rubia. -Dijo de broma Clyde, era el único que le decía asi. - ¿Todo bien con los acosadores?

-Si. -La respuesta fue tajante, eso no le gusto a Donovan.

-Tweek...

- ¡Qué si Clyde! -Tweek se paró molesto mientras Clyde se quedaba en shock ante la reacción de su amigo, ¿ahora qué demonios había dicho mal? Sus ojos empezaron a lagrimearse.

¿Por qué nadie lo podía tratar con cariño? Era alguien débil a los sentimientos y este tipo de cosas hacía que quisiera mejor morir para dejar de serle un estorbo a todos.

- ¿Clyde? -Una voz femenina se acercó a él, quien rápidamente se seco las lagrimas y le volteo a ver con una sonrisa, sabía quién era. - ¿Todo bien, cariño?

- Hola Barbie. -Clyde sonrió a su antiguo amor y ahora amiga Bebe Stevens, la novia de Wendy. - ¿Cómo te va?

-Las relaciones son difíciles admitió la chica con pesadez sentándose a lado de él. -Solo vela, hablando como si no hubiera problemas en nuestra relación pro culpa de Stan.

Clyde asintió con una media sonrisa, si las relaciones eran una mierda muy complicada, aunque...

-No de verían de serlo. -Pensó en voz alta, llamando la atención de Bebe. -Perdón, hablaba solo...

-No te preocupes cariño, de hecho, tienes razón. No deberían de serlo, pero nos aferramos a gente que no nos aprecia o no nos ama de la misma fuerza que nosotros a ellos.

-A veces los factores externos influyen Barbs...

- ¿Lo suficiente para llorar por amor? Es ridículo como le damos el poder a las personas para que nos lastimen ¿por qué lo hacemos? ¡Porque confiábamos que no lo harían! Pero lo hacen Clyde, y no olvides eso, tarde que temprano aquellos que te aman te lastimarán, pero lo mínimo que debes esperar es que lo hagan sin querer.

Las palabras de Barbs se quedaron clavadas en sumente, ¿por qué era tan difícil ser feliz?







Doble actualización, perdón andaba inspirada y de hecho llevo hasta el cap 13 pero me voy a detener para darle prioridad a otros fics XD

Problemas del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora