Capítulo XXIV: Sensaciones incomodas.

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Cuando la ambulancia se fue y las patrullas igual los chicos suspiraron un poco mas tranquilos, la casa era un caos y fue un momento de tensión bastante pesada.

-Gracias por la ayuda Mitchel. -Fue Butters a agradecerle, pues cuando Linda los quiso detener, él fue quien protegió a Leo y Wendy en lo que Helen la sometía bien.

-Ni que lo digas Butters. -Este sonrió, quería besarlo, pero sabía que Kenneth estaba ahí y no estaba bien que tanteará terreno que no le correspondía. -Suerte chico... ¡Adiós Damien!

-Gracias por todo Mitchel. -Agradeció Damien mientras veía a Pip preocupado. -Mañana en la mañana venimos a ver a tu amigo, tienes que descansar, te ves agotado.

-Jamás pensé que Clyde viviera este infierno. -Dijo Pip algo ido. -Si debo de sincerarme, esto fue peor que algo que pudiéramos hacerle en el infierno... Se veía tan lastimado y con ampollas que me fue imposible no llorar.

-También Craig y Helen estaban llorando de solo verlo. -Le recordó su novio suspirando. -Pero sobrevivirá, ten fe.

Ambos novios se fueron por un portal mientras Butters volvía sus pasos a su casa, siendo detenido por Kenny.

- ¿Cómo estas, cariño? -Le dolían esas palabras, le dolía verlo ¿Cómo lo hacía?, ¿Cómo le hablaba como si nada después de haberlo traicionado tan atrozmente? El sentía hasta asco de si mismo por lo que acaba de hacer y por no arrepentirse de eso. - ¿Quién era él?

-Es Mitchel, fuimos por unos helados... es uno de mis mejores amigos. -Aseguro sin miedo, pero mintiendo, cosa que le dolió en su corazón. -Yo... lo conocí mientras acompañaba a Pip con Damien, es de los góticos.

-Parece amigable, fue bueno que nos ayudará. -Aseguro Kenny sin darle tanta vuelta al asunto viendo a su novio con una sonrisa. - ¿Te llevo a tu casa?

-Si, por favor.

El trayecto fue incomodo, la sensación fue asquerosa para él, incluso cuando se besaron para despedirse, las cosas sabían raro, las sensaciones se sentían impuras y falsas... no estaba bien, no era correcto y debía parar, necesitaba llorar.

Cuando llegaron a la casa, Kenny le robo un fino beso en los labios que contestó Leopold más a fuerzas que por ganas y con una sonrisa lo mejor fingida que podía, esto lo estaba matando por dentro y se sentía una mierda ¿así se sentía su novio?

-Te amo. -Le dijo Kenny con un amor que ahora creía Leo era falso, solo era cariño por como veía y jugaba con Tammy, como le decía a ella con más pasión.

-Igualmente. -No se atrevió a decirle te amo, no podía.

Se abrazaron por ultima vez y cuando Leopold llego a su casa, se fue directamente al baño, donde sin quitarse la ropa solo se metió a su bañera a llorar mientras se bañaba, a sentirse una mierda por todo lo que había pasado, por lo que hizo.

Lloro todo lo que su corazón sentía, lloro por el miedo a convertirse en una zorra, lloró porque se sintió tan bien y eso estaba tan mal, lloro y lloró agarrándose las piernas en señal de consuelo. Su llanto fue tanto que, su querida madre entró a verlo y, cuando noto su estado lo único que pudo hacer fue aun con su pijama meterse a la ducha con su hijo y sentarse a su lado.

Entendía que su relación con Kenny era una mierda, entendía que su hijo también sufría su elección de parejas y, en parte era su culpa que su hijo estuviera así, ambos estaban aferrándose a algo irreal que no existía ya y que era estúpido seguir creyendo.

- ¿P-por qué duele ¡ahg! mamá?, ¿¡Por qué duele tanto!? -Decía su hijo en miedo de sollozos a una linda que lo entendía, pero que no tenía respuesta para eso.

Problemas del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora