Problemas del corazón

Capítulo XX: Amar tanto que hasta duele hacerlo.

Cuando llegaron al mirador Tweek rápidamente se sentó en la banca para esperar que Tricia hiciera algo, sin embargo, tantos recuerdos de ese lugar le empezaron a llegar como bombas, haciendo que un par de lágrimas traicioneras se escaparán de sus ojos.

Esto lo notó la chica que rápidamente se fue sentar con el rubio quien intentaba a toda costa quitarse ese dolor y se tachaba fuertemente los ojos mientras intentaba no hipear aguantando sus lágrimas.

-Tweek. -Inicio con voz suave la chica. -Se que cortaste con mi hermano, pero ¿por qué?

-N-no, no puedo decirte. -A este punto el corazón de Tweek dolía demasiado, como si algo lo aplastará y su mente no carburaba bien. -Yo... joder yo ¡ahg!

Tweek se cubría el rostro mientras lloraba lo más silenciosos posible siendo consolado por la chica, claro que se veía devastado, claro que se veía que esta no era completamente su decisión y esto no le gustaba para nada a la pequeña.

-Prometo no decirle nada a Craig, confía en mi... se nota que necesitas desahogarte. -Animó sutilmente la chica mientras le daba un pañuelo para que se sonara, cosa que hizo el chico intentando respirar, pero fallando en el proceso levantándose de la silla para asomarse un poco al mirador en busca de un consuelo, abrazándose a sí mismo con fuerza.

No quería decirle a Tricia, no fue su plan, pero en ese lugar Craig y el se juraron amor eterno y se odiaba a sí mismo por no haber podido cumplir al todo esa promesa.

-Yo... yo amo demasiado a tu hermano. -Fue lo primero que dijo con su lastimada voz. -Joder no tienes idea de cuando lo amo y lo deseo, como siempre pienso en el y hasta todo lo que hago que me recuerda a él... era el chico más feliz del universo hasta que me habló ese chico para decirme que la homofobia de la NASA hacía que Craig corriera el riesgo yo... simplemente no pude.

Tweek recordaba todas las palabras que le dijo Thomas, que lo debilitaban tanto que tomo sus manos para negar en su mente mientras se jalaba los cabellos sin dejar de llorar, Tricia no estaba asombrada a lo devastado que estaba el chico.

-Amo tanto como Craig ama el universo, amo tanto verlo tan feliz contándome como todo allá es como se lo imaginó que nunca iba a perdonarme si el perdía esa oportunidad por mi culpa, por eso corte con él...

- ¿Por qué no le dijiste? -Pregunto Tricia aun sentada en la banca.

- ¡Por qué no me dejaría! Porque si le decía la verdad el se aferraría a mí y no quiero, no quiero que el día de mañana el acabe haciendo algo que no ama por mí, que no sea astronauta por elegirme a mí... yo... ¡yo no puedo vivir con esa culpa!, ¡Yo solo quiero que sea feliz! -La voz de Tweek sonaba desgarrada que hasta la niña quería llorar compartiendo su dolor. -No me importa sufrir, no me importa perderlo si él puede ser feliz, si el cumple sus sueños...

- ¡YA BASTA! -Aquella voz que sonó de los arbustos asusto a Tweek, quien soltó un grito poniéndose a la defensiva con Tricia, pero que después de unos segundos palideció completamente al acordarse de ese tono nasal tan característico de él.

-Te dije que yo no le diría nada. -Tweek volteo a ver a Tricia quien solo se hizo para atrás y regreso su vista a Craig que estaba apoyado en un árbol, esos dos lo habían llevado a una trampa.

- ¡Tricia! -No iba a mentir, se sentía traicionado por la chica, pero eso lo arreglaría después. Por lo que volteo a ver a Craig nuevamente asustado. - ¿Q-Qué haces aquí?

-Si tu crees que aceptaría esa estupidez de cortarme por videollamada, entonces no me conoces para nada. -Craig se acercó a Tweek, también el parecía no haber dormido, aunque su semblante era más de furia y el Tweek de temor. - ¿Quién fue?