Viaje al centro de la Jungla

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- Ya veo... - Dijo Callisto, llevándose a los labios una taza de té de menta - Cojonudo entonces, ¿no? Mataste al Devorador de Mundos y tienes la Bufanda de Gusano... Increíblemente impresionante, incluso Selene no lo ha hecho todavía. - Tomó una galleta de avena y me la acercó a la boca. Mastiqué juguetonamente - Esa chica, Selene... Va a tratar de matarte las veces que sean necesarias para que te rindas. Con la Bufanda lo tendrás un poco más sencillo para aguantar lo que te tire, pero no te confíes. Conversó poco tiempo conmigo, pero pude fijarme por la manera en la que camina y el aura que tiene, esa chica es problemas. Dentro de su mente también, es como si las raíces de su mente hubieran sido envenenadas, y por eso en su corazón solo florece angustia...

- Eso es una manera bastante poética de decirlo. Ella parece bastante perturbada... - Tomé el té hasta acabarme la taza. Callisto me sirvió más. - ¿De qué habló contigo?

- Algo simple, de hecho. Ella quería aprender magia de defensa. 

- ¿Por qué magia de defensa? Selene es como, súper fuerte, ¿no? 

- Bueno, no todos pueden regresar a la vida como tú, Adrián. Me parece que ella quiere tomar cualquier ventaja que encuentre para vencer a monstruos Jefes y a ti.

- Sí, tiene sentido... Espera, ¡¿se lo enseñaste?! 

- Obviamente. - Se tomó un sorbo de su té elegantemente - Aunque te apoyo por ser el Héroe de la leyenda, Adrián, imparto conocimiento gratuitamente... Bueno, me dio este telescopio. Cojonudo, ¿eh? Puedo ver las estrellas desde la azotea....

- ... Pues la verdad está bastante bonito, sí. Pero entonces, eh, ya que se lo enseñaste a Selene, ¿me lo puedes enseñar a mí? 

- Desgraciadamente no. - La Druida suspiró, pero no parecía que por mi culpa - No es porque no quiera, pero en medio de nuestro ritual del amor, mi cuerpo se entendió tanto con el tuyo que pude descubrir no tienes aptitudes para la magia. 

- Pero... ¿Y mis reservas de maná? ¿Eso que hicimos con las estrellas fugaces no cuenta? 

- Mmm, eso te permite usar magia canalizándola a través de tomos de hechizos, varas y bastones, es verdad. Pero a lo que se refiere a magias innatas... no tienes mucha suerte. - Me miró comprensivamente, como cuando una madre le tiene que decir a un niño que Santa no existe - Lo siento, Adrián. Es algo genético, como tener seis dedos o no. 

- Es, uh, comprensible en ese caso. - Me levanté de la mesa una vez acabada nuestra fiesta de té - Entonces, ¿cuál es el plan ahora? 

- Seguramente puedes hacer algo con los restos del Devorador de Mundos. No sabría decirte cómo, tal vez un Guía sí. - Recordé entonces a Dylan. Ese tipo seguramente estará estático al saber de mis andadas. - Ahora, el siguiente Monstruo Jefe que debe caer es la Reina Abeja. Sin motivo en particular, excepto que te hará bien aprender a luchar contra enemigos voladores. Se encuentra en una colmena, en lo profundo de la jungla... ¿En dónde se encuentra eso? Tendrás que explorar el mundo por tu cuenta... - Las orejas de Callisto se agitaron alegremente, mientras tenía una sonrisa algo tenebrosa en el rostro. 

- ¿Conoces la jungla?  ¿Algo que me puedas decir, antes que me envíes al matadero? 

- ¡Oh! Sería buena idea que recojas más cristales de vida cuando estés allí. La flora y fauna de la jungla... Las encontrarás mucho más difíciles de controlar que los Slimes del bosque. Son... salvajes.

- Lo tendré en cuenta. Hasta luego, entonces, Callisto. - Aún me pica un poco el hecho de que le haya enseñado un hechizo de defensa a Selene. Como si no tuviera suficientes problemas para pelear con ella, ¿sabes?  

Terraria Girls: La AventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora