T/n Miller
Me levante con la respiración entrecortada, sentía la garganta seca y mi cuerpo se encontraba empapado de sudor. Había tenido una pesadilla, una vez nuevamente se estaban haciendo presentes y no sabía porque. Traté de tranquilizarme un poco tomando algo de agua que estaba en mi mesita de noche, no podía continuar con esto. Era algo que me desgastaba.
Miro el reloj de mi teléfono para darme cuenta de que era demasiado temprano, no solía despertar a esta hora cuando no tenía algún pendiente. Pero ahora las pesadillas no me dejaban dormir. Me levanto de donde estoy sentada para ver por la ventana la poca luz que entraba, sin duda se veía que el otoño ya se estaba haciendo presente.
Me empiezo a vestir para salir a trotar, quizas con algo de suerte me ayudaba a conciliar el sueño esta noche. Termino de acomodar mi pelo en una coleta para salir de mi habitación, estaba todo en silencio. Kim aunque fuera una persona madrugadora los fines de semana los tomaba para dormir lo que no dormía en la semana.
Salgo completamente de casa para sentir el aire fresco de la mañana. Ignoro mis ganas de quedarme en casa para empezar a caminar, podía mejorar mis hábitos además de también despejar mi mente. Empiezo a caminar lento para calentar y luego subir un poco más el ritmo.
Camino y troto por todo el vecindario para terminar exhausta en mi porche. Sin duda estaba sin forma, no había hecho demasiado y parecía como si hubiera corrido de aquí hasta el fin del mundo. Me quedo un poco más en el porche para tomar aire y entrar a casa. Trato de realizar los ejercicios de respiración que hacía Isabella cada vez que hacía ejercicio hasta que algo más llamó mi atención.
Volteo un poco confundida por la sombra que estaba en la calle, era una chica. Para ser exacta Crystal, la novia de Aidan. Estaba dando vueltas por toda la calle mientras tomaba algunas fotos con su teléfono. Me quedo más rato mirando a su vestimenta, lo que traía puesto se me hacia conocido. Miro más de lo que debería para por fin reconocer el suéter que portaba.
El mismo suéter que alguna vez me había dado a mi. Él mismo que yo habia usado con la misma emoción que ella. Sonrió sin ganas para quedarme un momento más mirándola, me encantaría estar en ese lugar ahora. Y no ser la que mira con un dolor que no debería sentir.
Mis lágrimas me traicionan saliendo de mis ojos. Limpio rápidamente de donde salen para dejar de mirar, ¿Para que me lastimaba más de lo que ya estaba?. Ahí estaba su maldita promesa de que me seguía amando, ella era la que pertenecía a su mundo no yo. Yo solo era alguien pasajero en su vida al igual que él para mi.
Entro a mi casa con el corazón hecho pedazos para dejar que mis lágrimas continúen, no quería llorar por nadie pero me dolía verlo, me dolía ver que yo ya no sería esa persona que portara su suéter. Me siento en la puerta como aquella ocasión en que lo había visto por primera vez y había hecho que mis emociones regresaran.
¿Ahora no hay nadie?
Lo habia, estaba Kim, enfrente de mí dándome aquella mirada que siempre tenía para consolarme. Ella no lo piensa demasiado para acercarse a mi y tirarse junto a mi. Me abraza dejándome llorar sin hacer alguna pregunta, eso es lo que más me gustaba de ella.
Dejo que mis sentimientos fluyan importandome muy poco, quería sentirme libre y por primera vez llorar sin sentirme culpable, odiaba la manera en que mi cuerpo hacia que mis emociones se mantuvieran en un bloqueo emocional. Así que cuando podía demostrar mis sentimientos lo hacía, ya no dejaría que el dolor siguiera dentro de mi.
Ya no más.
Limpio mis lágrimas para alejarme de Kim, quería llorar y demostrar todo lo que me dolía pero no podía pasarme la vida haciéndolo.
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ENAMORADA DEL CHICO DE LOS OJOS VERDES
Fanfiction¿Quién es T/n Miller? Podrías pensar que es una chica normal con redes sociales, que está al tanto de lo que todo el mundo habla. Y no estarías equivocado. Es una joven de 18 años que no tiene idea de qué hacer con su vida después del instituto. Por...