T/n Miller
Después de unas horas largas de camino por fin habíamos llegado a Seattle, el sol estaba apunto de irse por completo. No sabía muy bien dónde estaría mi mala suerte pero gracias a todos los cielos Daniel no se acordaba de nada, desde que nos habíamos montado en el coche no me habia comentando nada, creo que Kim había tenido razón al decir que estaba peor de tomado que yo, sin decir que yo con un trago estaba en otro mundo.
Todo el camino habían sido tontos comentarios, música y platicas absurdas por cualquier tema. Era lindo ver que todo estaba en orden con ellos, mi amistad valía muchísimo, eran personas con las que había convivido muchos años.
— Entonces ¿no voy a dormir en un sillón? — Pregunto Daniel aun con la vista en la carretera, teniamos que llegar aún al vecindario.
— No, mamá hizo ajustes en la casa y tenemos una habitacion de huespedes.
— Eso es una alivio para mi cuello.
— Callate, bien que te gustaba quedarte en mi habitacion para chismear — interrumpio Kim dandole un golpe en la cabeza.
— Quizas, pero no hace falta la violencia — contesto molesto para tocar la parte afectada.
— Ambos parecen niños — Alege regañando a ambos.
Ellos rieron para ser interrumpidos por mi telefono, era una llamada de un numero que no conocia. Contesto con algo de duda para escuchar una voz madura del otro lado, ahora recordaba que mamá me habia dicho que contestara todo por si se trataba de los de mudanza o algo así.
— ¿Hola?
— Hola señorita, solo queria avisarle que todo esta resuelto como nos pido la señora Miller.
— Oh, muchas gracias, yo le aviso a mi madre.
— Muy bien, gracias por contratarnos, que tenga un lindo dia.
— Igualmente.
Colgué con una sonrisa para que los dos metiches de mis amigos se quedarán viéndome directamente, o bueno al menos por parte de Kim ya que Daniel seguía conduciendo.
— ¿Quien era? — Kim fue la primera chismosa en preguntar.
— Los de mudanza, o creo que asi los llamo mi madre.
— ¿No se supone que tu mamá ya había hecho los arreglos desde antes? —pregunto Daniel, interrumpiendo la conversación.
— Si, pero habia dicho algo sobre el jardin y su mal cuidado, por cierto que antes de venirnos nos digo a amabas que estuvieramos pendiente de el.
De las cosas que mamá amaba sobre la casa era el jardín, era la única razón por la que mi madre no vendía esa casa. Y bueno también por el funcionalismo que le podría dar en un futuro como este.
— ¿Oigan no tienen hambre? — Pregunto Daniel mirandonos a ambas por el espejo retrovisor.
— Algo, podemos parar en algun lugar para comprar algo.
Asiento un par de veces por la idea de Kim.
— De acuerdo.
Después de varias horas, finalmente nos encontrábamos parados frente a la casa. No puedo ocultar que sentía mi corazón latir desbocado y mi respiración acelerada; mi pecho parecía estar comprimido, y me aterraba apartar la mirada de la casa. Mi expresión de nerviosismo era evidente, tanto que mi mejor amiga, compresiva, tomo mi mano en señal de apoyo. Sabía que ella percibía mi incomodidad en ese lugar, pero no quería profundizar más en un asunto que resultaba abrumador.
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ENAMORADA DEL CHICO DE LOS OJOS VERDES
Fanfic¿Quién es T/n Miller? Podrías pensar que es una chica normal con redes sociales, que está al tanto de lo que todo el mundo habla. Y no estarías equivocado. Es una joven de 18 años que no tiene idea de qué hacer con su vida después del instituto. Por...