Capitulo 2 ¿Te encontraré?

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Aidan Gallagher.

Estaba algo cansado y aburrido. Era viernes, pero ni siquiera se sentía como uno; desde hace mucho tenía esa sensación. En realidad, toda mi vida siempre había sido así. No era alguien demasiado sociable, así que casi no tenía amigos con los cuales distraerme. Según la gente, era alguien famoso. He estado en varios proyectos, y aunque muchos podrían decir que la vida de los famosos es interesante, la mía no lo era.

En realidad, soy alguien bastante ordinario. Suelo salir con mis padres y dedicar un poco de tiempo a mis seguidores, es una costumbre que tengo cada sábado. Hago una transmisión para sentirme más cerca de ellos y divertirme un poco.

Termino de acomodar algunos vinilos nuevos que había comprado; me fascinaban las cosas antiguas y clásicas. Echo un último vistazo para ver si habían quedado derechos, siempre era todo un lío. Me asusto por un momento al sentir un toque en mi hombro; era mi madre, ni siquiera la había escuchado entrar. Ella me sonríe y comienza a hablar.

—¿Otra vez perdido en tu cabeza? —pregunta, como de costumbre; era algo que hacía desde hace mucho tiempo.

Asiento un par de veces.

—Bien, entonces, ¿por qué mejor no dejas eso ahí y vienes a comer algo? Ya es bastante tarde —dice, acercándose a mí para darme un beso en la coronilla.

—De acuerdo, ahora bajo.

Ella no dice nada más y sale de mi habitación. Desde niño he tenido este problema: suelo quedarme demasiado atrapado en pensamientos o simplemente en mi cabeza, dejo de escuchar a los demás, es como si me desconectara de la realidad por un momento. Es algo que mis padres y yo ya hemos tratado con algunos médicos, pero ninguno ha dado alguna cura o tratamiento para esto. Tenía que empezar a controlarlo, a veces era difícil en las grabaciones o simplemente en mi vida.

Salgo de mis pensamientos al escuchar algunos ruidos afuera. En las últimas semanas han estado remodelando una casa por aquí; supongo que tendremos nuevos vecinos. Dejo de pensar en ello un momento y salgo por fin de mi habitación. Bajo las escaleras para llegar al comedor y ver a mis padres esperándome. Esto sucedía muy a menudo.

—Al fin bajaste. Por un momento creí que tendría que volver a buscarte —dice mi madre mientras se sienta.

Reí ante su comentario y me senté con ellos.

—Solo me quedé pensando un poco por los ruidos de afuera —contesté, saciando mi curiosidad, pues no recordaba esa casa.

—Oh, sí. Por lo que estuve escuchando, son vecinos antiguos. La casa se compró hace bastantes años, pero jamás llegaron a vivir en ella. Quizás la estarán vendiendo y por eso las remodelaciones —agregó mi padre a nuestra plática.

—Pues estaría increíble, tendríamos nuevos vecinos. Hace bastante que alguien no se muda por aquí —comenta mi madre con una sonrisa; solía ser demasiado sociable.

—Supongo que ya estarás alistando el panqué de plátano que haces para todo el mundo —aseguré mientras seguía comiendo. Era algo que mi mamá hacía con todos los vecinos nuevos.

—Por supuesto, la familia Gallagher ya tiene fama por eso.

Mi padre y yo nos reímos ante el comentario de mamá. Se sentía bien estar así con ellos, no tenía mucha idea de por qué me perdía en mi cabeza, pero cualquier momento que estuviera aquí lo quería pasar con ellos. Era mi familia y estaba bastante agradecido de tenerlos aquí conmigo.

Después de algunos minutos de plática sobre cosas sin importancia, terminé de comer. Les dije a mis padres que no se preocuparan por el desorden; no tenía mucho que hacer, así que yo podía encargarme de ello.

ENAMORADA DEL CHICO DE LOS OJOS VERDESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora