Capitulo 39 ¿Es por mi fama?

50 4 1
                                    

Aidan Gallagher

Mi sonrisa en mi rostro me delataba, me sentía increíble. Había besado nuevamente a T/n y se había sentido fantástico como lo recordaba. Mi mundo estaba boca abajo gracias a todas las sensaciones que ella podía causar en mi, estaba feliz, por primera vez en mi vida estaba emocionado por otro día de rutina.

Me levanto de mi cama para escuchar unos ruidos provenientes de la planta de abajo. Tenía entendido que mis padres llegarían la semana próxima. Abro la puerta de mi habitación tratando de no generar algún sonido, siempre podía haber la sospecha de que alguien estuviera dentro de casa.

Termino de bajar las escaleras para ver a alguien en la cocina saqueando la nevera. Estaba bastante seguro que no eran mis padres. Trato de tomar algo para defenderme para ver el rostro de alguien que no quería volver a ver en mi vida. Crystal.

— ¿Crystal? ¿Qué haces aqui? —  pregunte para bajar el bate de béisbol.

— Hola guapo, cada día te pones mejor — hablo algo torpe, estaba tomada.

— Sabes que no puedes estar entrando a mi casa cada vez que quieras, y menos tomada — exprese algo molesto, tenía que decirle a mis padres sobre el escondite de la llave.

— ¿Que? ¿No puedo venir a la casa de mi novio cuando quiera? —  pregunto comiéndose algo que había agarrado de mi nevera.

— No voy a conversar contigo si estas tomada — concluí, era inútil si trataba de hablar con ella de toda esa situación.

Salí de cocina directo a la sala de estar para escucharla perseguirme. Era bastante obvio que no se rendiría tan fácil.

— Y como no quieres que este tomada. Desde que discutimos no he sabido nada de ti, me alejas y ni siquiera te dignas a buscarme. No fuera la maldita T/n porque irías corriendo a sus brazos — expresa enojada para acercarse a mi — De verdad lo intente Aidan, intente entenderte por todo lo que viviste con ella pero diablos, no te das cuenta de que ni siquiera la conociste también. Ella también oculta cosas, todos ocultamos algo. Ni siquiera debía haber tenido el maldito privilegio de terminarte cuando ella no te ha contado absolutamente nada de su vida. Por dios Aidan solo abre los malditos ojos.

— No hables de ella.

— Vez para ti solo existe ella, aunque te haya abandonado —  termina su frase para darme cuenta del dolor que aún me producía todo eso.

— No pienso seguir discutiendo contigo, sobre alguien que no está aquí para defenderse. Y como no quiero actuar grosero contigo te pido porfavor que te vayas de mi casa. Y me dejes en paz.

— ¡Por dios vez como la defiendes!

— ¡Ni siquiera tienes el derecho de decir algo sobre ella cuando tu te mentiste en la relación de ella con Daniel! — subí el tono de voz más de lo que me hubiera gustado, pero de verdad estaba apunto se perder la paciencia.

— Si, y créeme que no me arrepiento de nada — escupió sin algún remordimiento — Lo mejor era Daniel, contigo solo estaba por tu maldita fama y dinero.

Mis palabras se quedan estancadas en mi garganta. Ahora lo entendía todo, jamás me había querido por mi siempre era por mi maldito dinero y fama. Me arrepentía, quizas porque por mi maldito secreto había alejado a la única chica que realmente me seguía viendo por mi mismo y no por algo material. Era un imbecil.

— ¡Largo de aquí!

Ella no dice algo más para salir de mi casa. Me froto la cara con mi manos tratando de tranquilizarme me sentía enojado y triste a la vez. Quería gritar y desahogarme de todo lo que había tenido que vivir por culpa de mi fama. Quería desaparecer y que nadie más supiera de mi.

ENAMORADA DEL CHICO DE LOS OJOS VERDESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora