ENAMORADA DEL CHICO DE LOS OJOS VERDES

Capitulo 7 ¿Tu eres la indicada?

Aidan Gallagher

Terminamos de jugar Mad y yo, se podría decir que me la pase genial, todo esta bien al menos tuve los pensamientos fuera de mi conciencia por bastante rato, además de la chica que hoy había conocido, era linda no mentiría, y había algo que llamaba mi atención pero aun no tenía idea de lo que era.

— ¡Aidan! — grito Mad mientras me agitaba.

— Lo siento, ¿que paso? — conteste algo aturdido.

— Te estoy hablando para ya irnos.

— Claro, si, hay que dejar esto para irnos.

— Bien.

Salimos de boliche para que Mad pidiera un taxi en la aplicación, ella lo tomaría para volver a su casa, quizás volveríamos a hacer planes como estos, había estado demaciado bien el día, me hacía olvidar por un momento todas las cosas de ser famoso, no es que tuviera un problema con ello, pero vamos aveces era demaciado estresante.

Llega el taxi de Mad para verla subir en el, se despide de mi para que el taxi empieze a llevarla a su destino. Empiezo a tomar camino a mi casa, no era nada lejos de aquí, a sólo unas cuadras. Me quedo un momento pensando en la chica del boliche, había algo en su mirada que por un momento me había atrapado, no sabía como describirlo, pero así se sentía.

Entro a mi casa para subir a mi habitación, necesitaba hacer algunas cosas en mi ordenador antes de la cena, tenía algunos pendientes, se supone que este día iba a ser libre para mi, pero no, siempre ocurre algo de previsto.

— ¡Aidan!

Asiento con la cabeza para ver que pasa.

— Baja a cenar hijo, te estamos esperando — hablo mi madre parada en la puerta de mi habitación.

— En un momento bajo.

Dejo mis pendientes para quitar mis audífonos, salgo de la habitación para empezar a bajar las escaleras, mi madre estaba poniendo la mesa con la ayuda de papá, era lindo ver que ambos se tenian así mismos, por un momento quisiera encontrar alguien así para mi.
Termino de bajar las escaleras para sonreirle a mi madre y sentarme en el comedor.

— Justo a tiempo para la cena — anuncio mi madre con una sonrisa cálida.

— Que bien.

Mi madre se sienta para empezar los tres a comer de la rica comida que había preparado, se los juro que es la mejor comida que había probado en toda mi vida. Mis padres empiezan a platicar de algo hasta que mi padre hace una pregunta a mi, creo que prefería estar en mi mundo cuando comía pero tampoco era grosero.

— ¿Y como les fue en el boliche?

— Bien, ambos nos divertimos, quizás volvamos a ir.

— Hijo no te había dicho pero será que me puedes hacer el favor de llevarle eso a la nuevas vecinas — me suplico mi madre con una sonrisa.

— ¿Vecinas?, no sabía que teníamos nuevas vecinas.

— Si, hoy se mudaron dos jovencitas a la privada y quería que les llevaras la canasta, ya sabes como siempre lo hacemos.

— Bien no hay problema.

— Gracias hijo, sabes que lo haría yo pero tenemos el viaje.

— Si no te preocupes, yo se los llevo, de parte de los Gallagher — remarco haciendo reír a mi madre por mi comentario.

Continuamos cenando mientras platicábamos algunas cosas que habíamos hecho en el día, quizás mi mente estaba en otro lado pero aun así estaba algo concentrado en su platica, así que les podía contestar adecuadamente.