Capitulo 26 "La llegada"

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T/n Miller

Solo era yo. Me encontraba en aquella avión con el corazón destrozado, no podía parar de llorar, mis emociones estaban demasiado presentes como para dejarlo de hacer. Las personas que pasaban por mi lado se detenían un momento a preguntar si estaba bien. Me sentía y me veía terrible.

Hoy había tomado la decisión de volver a Los Angeles, no me gustaba para nada estar en un lugar donde me hacía tener que vivir la experiencia una y otra vez. Así que por eso mi salida siempre era huir, irme donde sabía que algo me lastimaba. Me encantaba quedarme sola, porque jamás llegaba a intentar sanar las cosas y termina perdiendo, personas y lugares importantes para mi.

Le había pedido a Kim que entregará las cosas que Aidan me había dado. Por un momento en el que estaba haciendo maletas mi corazón pensó en llevarse aquellas cosas. Pero sabía que me dolería más, así que pedí que le entregará la caja. El vuelo que había tomado lo había hecho desde temprano, así que me faltaba demasiado poco para llegar a LA. Solo quería un abrazo de mi madre diciéndome que todo estaría bien.

Después de unas horas con el corazón apachurrado había llegado a mi destino. Estaba una vez mas en donde había nacido, con la misma sensación de tristeza y confortamiento. Quien diría que sólo fui a Seattle para quedarme un día y volver con el animo por el suelo. Quería solo desaparecer.

Tome mis cosas para empezar a pedir un taxi mediante mi teléfono, quería ya estar en mi casa con mi familia. Un mensaje de texto me saca de mis pensamientos para ver que era un mensaje de Kim.

Kim mj ♡
¿Estas segura de esto? ¿Ya llegaste?

Me
Si, ya llegue hace unos minutos

Kim mj ♡
De acuerdo, ya estoy en el aeropuerto

Me
Mándame un mensaje cuando llegues

No recibo respuesta de su parte para ver que mi taxi ya estaba esperándome. Genial porque no quería estar más aquí. El conductor se ofrece a ayudarme con la maleta que cargaba. Le agradezco para subirme en la parte trasera del taxi.

Me quedo observando la ventana por las gotas de lluvia que se bajaban lentamente por la ventanilla del taxi.

— Disculpe señorita, se que no es de mi incumbencia pero le ¿Pasa algo? — pregunto el señor haciéndome salir de mi cabeza.

— Oh, nada solo estoy algo desanimada — contesto dándole la mejor sonrisa que puedo hacer.

— ¿Le gusto demasiado de donde venia? o ¿Extraña de donde viene?

— Creo que ambas, amo estar aqui pero siento que encontre mi lugar de donde vengo — respondo sintiendo algunas lagrimas en mis mejillas, ni quiera me había dado cuenta.

— A veces creemos encontrar nuestro lugar, pero puede ser que solo haya sido algo pasajero, puede que realmente ni siquiera estemos cerca de él. Pero también puede que verdaderamente lo hayamos encontrado y ahí es cuando duele más.

Llegue a mi casa después de unos minutos, verdaderamente la platica con el taxista me había dejado pensando. ¿Habia encontrado verdaderamente mi lugar?. Me quedo estática enfrete de la puerta que apenas había salido hace poco, no sabía cómo reaccionaria mamá al verme ni siquiera sabía cómo le iba a explicar todo el asunto que había vivido en Seattle.

Necesitaba tiempo para pensar las cosas, así que no tenia la más mínima idea de cuanto tiempo retrasaría mis estudios. Lo único que sabía es que quería acomodar mis ideas y estar bien conmigo misma, porque tenía que regresar ahí, no podía defraudar la promesa que había hecho con mi padre.

ENAMORADA DEL CHICO DE LOS OJOS VERDESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora