Office Sparks.

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HARRY Y EVANGELINE

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HARRY Y EVANGELINE.

Evangeline Palmer, cubículo 17-B.

Harry Styles, cubículo 12-B.

Piso número trece en la compañía inversora SmartInv, en el centro de Londres, un beige edificio con un ambiente laboral algo frío como cualquier otro, un poco estresante pues había poco tiempo para socializar o estirar las piernas si consideramos que siempre había obligaciones en el mercado y sus ojos debían observar la pantalla todo el tiempo.

Había que mantener el foco y en especial era obligatorio para las mujeres tener que demostrar sus conocimientos cada día y no fallar, por eso mismo es que Evangeline Palmer no le prestaba atención a nadie en ese piso y por eso prefería ser amiga de Piper y Leah quienes estaban en el piso de arriba. Prefería mantener su cabeza firme en su propia oficina hasta cuando al ser la única mujer en la fila de cuadrados cubículos le molestaba ser el objeto de las miradas de sus compañeros que buscaban distracción en su físico o en lo que su ropa podría dejar ver, pero Eva no deja que ocupara su mente porque después de todo ellos debían ser básicamente polvo metido en el teclado de su ordenador, no importaban para nada.

No les iba a dar el gusto de incomodarla.

Si fuera alguien normal ya hubiera dejado de levantarse a las siete de la mañana para arreglarse con tal de lograr que no la voltearan a ver, pero ¿Por qué lo haría? Honestamente no dormía con un rizador de satén ni mascarillas nocturas para que Bob, Paulo, Nick o Frederick tuvieran el poder de hacerla cuestionar su forma de presentarse.

No era tan profundo, solo tenía un ligero problema con gastar de más en ropa bonita o en hacerse cada cariño posible en la peluquería, en la manicurista o en la depiladora porque cada día trabajaba para costearlo, eso era todo, tan solo se arreglaba porque le gustaba verse hermosa.

Después de todo que la miren era inevitable, eran todos unos cerdos vestidos de traje que pretendían ser importantes cuando ni siquiera eran competentes.

Vamos, para que Palmer le diera importancia a como un hombre la mirara en esa oficina, debía ser básicamente algo así como su hombre ideal, el principe con el que siempre soñó, pero era ridículo pensar que pudiera existir alguien así, como para reírse ¿Verdad?...

Harry Styles, por su parte...

Evangeline no sabía quién era Harry Styles, de la misma manera en la que no sabía el nombre de un setenta porciento de sus compañeros del piso trece pero el ojiverde estaba ahí todos los días trabajando como ella, a cinco cubículos de distancia llamando a contactos de otras compañías todos los días porque era algo así como un adicto al trabajo o más bien, adicto a la idea de llegar a la cima eventualmente.

A su vez, Harry tampoco sabía mucho de Evangeline.

Por supuesto que la conocía pues en este lugar parecía ser obligatorio escuchar al menos una conversación por día entre los compañeros sobre la falda, escote o pantalones que llevaba puesto, es más, escuchó su nombre como mil veces de la boca de sus colegas cuando recién entró a la empresa y todo eso antes de siquiera verla con sus propios ojos.

Cuando la vió pudo entender la fascinación con la dama pues debía ser la mujer más bonita que había visto en persona pero eso sí, no entendía la fijación de todos, parecían hasta acosadores viéndola en cada paso, la pobre no podía ni levantarse sin que sillas giraran o se hicieran atrás para verla caminar hacia el baño y a él le parecía agotador ponerse en sus pies.

Desafortunadamente Harry encontraba dificultoso ahora mismo prestarle mucha atención a las mujeres o al atractivo de estas mismas por culpa de su última relación amorosa que había sido bastante reciente y que acabó en términos muy dolorosos, por eso no le da un segundo pensamiento a la mujer de bonitos trajes.

Si no hubiera sido por su ex novia y sus manías destructivas; quizás no hubiera tomado dos años para que los caminos de Eva y Harry se cruzaran.

Se podría decir que era gracias a Chelsea que no le interesaba mucho ser uno de los mirones de Evangeline o de nadie a decir verdad, pues no olvidaba su promesa a sí mismo luego de haber sufrido así; demostrar que no era lo que ella decía.


Entonces debido a todos estos factores: el clima estaba bastante nublado entre ellos.

¿Que tenían que ver Harry y Eva? A día de hoy solo ser compañeros de trabajo, un ascensor y un pasillo estrecho, nada más.

...pero mañana en el cumpleaños de Leah, podríamos no decir lo mismo ya.

pero mañana en el cumpleaños de Leah, podríamos no decir lo mismo ya

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nuevo proyecto, espero les guste <3
luv u, c u soon

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