Donde Evangeline es hechizada por su reservado compañero de oficina y él no puede aceptarlo.
historia corta y simple, inspirada en la música que me mandan <3 Disfruten
He got that boyish look that I like in a man I am an architect, I'm drawing up the plans It's like I'm seventeen, nobody understands No one understands
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Coincidir.
Había invitado a su mejor amiga a merendar algo en la cafetería del centro comercial, era una tarde calurosa pero de todos modos no le quitaba las ganas de salir un poco en la semana porque eran contadas las veces que el cansancio por el trabajo no la invadía al llegar a casa.
Entonces tiene su atuendo bonito para el verano, la cara limpia y al natural, protector solar puesto y su bolso colgado en el hombro, caminando por el centro comercial con un jugo de mango lleno de hielo en mano, mientras Harper tenía la bolsa de galletas de nueces entre ellas, disfrutando mientras pasaban por las tiendas viendo las vidrieras con atención, buscando ofertas porque era lo que habían estado esperado desde que cobraron su salario.
—Vamos a entrar a la perfumería—tira Huffman de su amiga quien gruñe desganada—Te sorprendería la variedad que hay, sé que tu solo quieres oler a vainilla pero es las mezclas de notas de otros lugares son tan interesantes y deliciosas—la intenta convencer y Eva suspira sabiendo que accedería porque había pocas cosas que apasionaban tanto a Harper y le encantaba verla así—Hablo en serio, hay algunos que son de países del sur de América que tienen notas de frutos y flores que ni siquiera tenemos por aquí—pega el tirón final antes de arrastrarla al fresco local donde ya huelen deliciosos aromas nada más entrar.
No es que no le gustaran los perfumes, solo que era muy básica y prefería colonias que huelan a pura vainilla o puro coco, no solía explorar mucho porque para eso estaba la ropa y el maquillaje en el maravilloso mundo de Evangeline.
Ella se queda al lado de su amiga remitiendose a oler cada muestra que Harper le pone en la nariz con el dorso de su mano, pasando por frutas y flores que ni intentaría nombrar porque no sabía ni en qué idioma estaban.
Se ajusta los lentes de sol en el cabello y gira tratando de aportar en la conversación porque no le gustaba estar pintada ahí sin compartir nada con su amiga—Ooh, mira el envase de este, es precioso—toma un corazón verde que decía ser Aura, ella no conocía mucho del ambiente pero se le hizo bonito y supo que era la gran cosa por la reacción de la muchacha quien asiente gustosa.
—Mugler, muy lujoso, es una marca carísima pero vale tanto la pena más éste que tiene notas cítricas o algo así—la anima a destapar la botella para oler y Evangeline lo hace, para mirar al frente y concentrarse en reconocer algún olor familiar que pueda reconocer.
