5· Gotas en la calle.

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Hey, Stephen by Taylor Swift.

Hey, Stephen. I know looks can be deceiving
But I know I saw a light in you
And as we walked we would talk
And I didn't say half the things I wanted to.

 I know looks can be deceivingBut I know I saw a light in youAnd as we walked we would talkAnd I didn't say half the things I wanted to

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Rayos y truenos.

Vaya que Harry tenía ojo para el clima, y Eva lo aprecia cuando exactamente a las dos y cuarenta, empieza a escuchar los murmullos de sus compañeros que lograban ver como llovía por las ventanas, maldice cuando también le debe dar la razón en que a medida que transcurrieron las siguientes horas, se convirtió en una tormenta bastante fuerte, dejando sonar a truenos potentes.

Bueno, un paraguas hubiera sido inútil pues habría salido volando con él, por lo que tan solo se remite a esperar unos minutos en el lobby con la esperanza de que la lluvia calmara al menos unos minutos pero no era así, entonces justo cuando va a resignarse y salir con su bolso sobre la cabeza puede ver como Harry se aproximaba a la puerta cubierto por un impermeable negro pero no vistiendolo, sino que sosteniendolo sobre su cabeza, el muchacho se adentra hasta donde ella está, llamando su atención.

Eva queda tildada unos segundos, hasta que se da cuenta de que él estaba ahí para ella, esperándola en la puerta.

Harry hace a un lado el impermeable, dejándole un gran lugar para que se le uniera—Tuve suerte en encontrarlo y me dió culpa por tí—dice en broma ladeando su cabeza y Eva frunce el ceño.

Sonríe incrédula y no puede evitar ponerse algo roja—Diría que me ofende darte lástima pero ahora me sirve bastante—ella acomoda nuevamente su bolso en el hombro y se aproxima con algo de timidez.

Ella estaba convencida de que seguro él no debía ni saber su apellido pero hacía esto por pura caballerosidad, claro que no entendía que como hombre parecía ser imposible trabajar ahí sin enterarse su nombre y mil chismes de ella que seguro eran falsos.

A este punto Eva tendría que dejar la humildad de lado y afrontar la realidad, no pasaba desapercibida.

—Tu tomas mi bolso y yo me encargo de sostener nuestro techo, ¿Estás bien con eso?—pregunta suavemente asegurandose de que los cubra a ambos, lo cual la prenda hacía sin problemas pues era un impermeable de cuerpo completo, especial para motocicletas.

Evangeline acepta quitándole el bolso para colocarselo colgado en el pecho, siente a su sistema fallar al tener que estar básicamente pegada al hombre pero puede distraerse ya que le divierte como deben caminar muy sincronizados y cuidadosamente para que ninguno se mojara, ni bien caminan unos metros sobre la acera, Palmer se da cuenta de que sus hermosos tacones eran inconvenientes hoy, pero no pensaba quedarse descalza con este hombre al lado.

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