Elisa W. H.
La brisa de la playa cubre mi rostro y solo cierro los ojos para sentir el olor a agua salada.
Siento como cada ola cubre mis pies llenos de arena mojada, como cada sensación que experimenta mi cuerpo es aclamada por mi ser.
—¡Tigresa! –escucho la voz de Lander con entusiasmo a lo lejos–
Abro mis ojos de par en par y veo su cuerpo escultural corriendo por la playa.
—¡Hola Landerson! –le digo de forma alegre–
—¿Qué haces aquí tu sola? –me cuestiona con interés mientras se para enfrente de mí–
—Pues... ¡Ya ves! Peter está de viaje y pues... ¡Lo extraño! –le digo con el semblante triste–
—Te entiendo Tigresa, a veces amar a alguien te puede consumir a tal punto que ni siquiera puedes respirar. –dice con desdicha–
—Parece que sabes lo que siente. –lo miro a los ojos–
—Sí, sé lo que es amar a alguien y que no te corresponda de la misma forma en que quieres que lo haga, pero a veces así son las cosas, uno no decide su destino.
—Es verdad Lander. Sabes para mi Peter es más que un solo chico, él es mi luz y mi vida.
—¿Por qué lo dices?
—Pues... como explicarlo, mmm –pienso por instantes en mi cabeza, que es lo que debo decir hasta que las palabras fluyen de forma natural– Peter fue algo que no planeé, cuando lo conocí no me agrado mucho, pero me di la oportunidad de tratarlo y me di cuenta de que es un hombre maravilloso.
—¿De verdad lo crees Tigresa? O ¡solo es lo que él te quiere mostrar! –me dice con molestia–
—Sí, Peter es alguien muy especial en mi vida porque gracias a él pude mostrar mis sentimientos sin tener miedo a que me dañen, alguna vez yo quise mucho a alguien y esa persona no fue lo suficientemente valiente para vivir una historia conmigo, solo me esquivo.
—Pues qué idiota, yo sí me hubiera arriesgado por ti. –me dice con seriedad–
—Eso solo lo dices para hacerme sentir bien, pero tranquilo, ya no me duele como la vez que tuve que dejar ir a Oliver.
—¿Así se llama?
—Sí, su nombre era Oliver Gael Bateman Mark, pero para mí siempre fue Oliver. Él fue mi primer amor y siempre lo será, no importa que Peter sea el hombre de mi vida, solo debes saber que el corazón de una persona puede amar a muchas almas a la par. Y así fue con él.
Él me mira con atención e intriga.
—Si mi hermano no hubiera llegado a tu vida, ¿Te hubieras quedado con Oliver?
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La venda en mis ojos © ✅
RomanceTodos tenemos una venda en nuestros ojos, la cual cubre las crudas realidades de la vida. Elisa lo sabe mejor que nadie, porque amar te hace dueño del soñar, pero también te hace dueño del odiar. La pregunta es: ¿Quién le quita la venda que cubría...