#02 Extras (Liebe) Editado

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Elisa W

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Elisa W.

La tarde había culminado y mis ganas de estar con Jeremiah eran grandes porque no lo había podido ver en el transcurso de la semana, pero a pesar de que nuestros horarios no coincidían, él siempre se las ingeniaba para verme los fines de semana.

Y afortunadamente era un sábado caluroso en Colombia, un día de esos que necesitas salir y distraerte un poco.

Recuerdo que una semana antes le había preguntado cuánto tiempo estaría aquí, sin embargo, no me contesto y eso hizo que enfureciera con él, sé que estuvo mal gritarle en la cara, pero para ser honesta fue liberador hacerlo.

No entendía como logro para conquistarme, pero me encantaban sus detalles, como por ejemplo; el vestido turquesa que me regalo un martes por la tarde o la vez que me llevo a comer arroz de coco y nos reímos como tontos por haber perdido las llaves de su casa o incluso la vez que me llevo al cine, ¡esa noche fue mágica! Todavía la recuerdo.

Mis vivencias con Jere eran tan cotidianas, lindas, que hacían sentirme feliz por compartir mi tiempo con alguien tan amable y generoso.

Nunca pensé que Jeremiah Wheeler fuera de esa forma, que fuera un hombre divertido, comprensivo, amable, generoso y detallista... Creo que él ha sido mi mejor prospecto, ya que me ha dado momentos de risas y alegrías. Por esas razones me arrepentí de haberme enojado con él.

Así que tome mi celular y le mande un mensaje diciendo: "Jere, sé que arruiné ese día que estaba contigo y que no fue lo mejor, pero a veces las personas pelean porque tienen interés por la otra persona, entonces, ¿me gustaría saber si me perdonas?..."

No pensé detenidamente si se tomaría a bien el texto que le envié, solo quería hacer las pases con él, deseaba verlo y abrazarlo.

****

Había pasado una hora desde que le envíe el mensaje y no tenía respuesta por parte de él, eso me empezaba a preocupar, ya que no quería que siguiera enojado conmigo o peor aún, que le haya sucedido algo. Las ansias me carcomían por dentro, de modo que, solo tome mis cosas y salí de mi casa sin meditar si era necesario o no.

Camine por las calles de Colombia mientras trataba de llamarle, pero no me respondía, mi desesperación incremento más de lo debido, así que pedí un taxi que me llevará hasta el lugar en donde se hospedaba.

Pasaron al rededor de cuarenta minutos hasta que por fin llegue a mi destino, cuando salí del auto entre al pequeño hotel en donde se estaba quedando y luego pregunte en recepción si estaba presente Jeremiah, el recepcionista negó con la cabeza y yo me puse ansiosa.

Volví a insistir en llamarlo cuando de repente vi al chico que tanto necesitaba abrazar, él estaba entrando por la puerta y yo actué como una adolescente cuando lo vi.

La venda en mis ojos  © ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora