Todos tenemos una venda en nuestros ojos, la cual cubre las crudas realidades de la vida.
Elisa lo sabe mejor que nadie, porque amar te hace dueño del soñar, pero también te hace dueño del odiar.
La pregunta es: ¿Quién le quita la venda que cubría...
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Elisa W.H.
Es de madrugada y ni siquiera la noche está cerca de las doce, son las dos de la mañana y con estragos en mi cuerpo por el frío, dejo mi abrigo en el sofá, estoy sola porque Lander y Peter no están, es curioso entender como es que los seres humanos somos sociales por naturaleza porque me he dado cuenta de que me adapté demasiado a las personas que viven conmigo, sin embargo, mi hogar está vacío en estos momentos, pero no me molesta al contrario me da paz y tranquilidad algo que necesito para poder descansar sin ningún problema, pues todas las emociones que tuve con Oliver en la feria fueron lo suficientemente fuertes para dejarme agotada mentalmente.
Me quito la ropa que llevo puesta desde hace varias horas y me ducho rapidísimo, me coloco mi pijama y me recuesto en mi cama, apago la luz y trato de descansar, aunque me cuesta trabajo al principio, pero a los quince minutos me quedo dormida como un bebé recién nacido.
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Lander
Son las tres de la mañana y llevo arrastrando al hombre que ama con desenfreno mi querida tigresa porque está ebrio por tantas copas que bebió, pesa demasiado, pero no tanto como la culpa que cargo en los hombros por decirle tantas mentiras a ella, me odio a mí mismo por romper la regla más importante de este negocio "No te puedes enamorar de tus víctimas" porque estarías traicionando el legado que hiciste con tu secta.
Me pesa la cruda realidad que llevo en los hombros, pero recuerdo que no puedo sentir arrepentimiento y mucho menos amor, es algo que debilita al ser humano, algo que nos expone como personas y nos deja suspendidos en la cuerda floja, un pequeño error puede acabar con todo lo que hemos planeado por años, no me puedo permitir fallar en esta misión, pues mi padre lucho demasiado por la herencia que recibiría Elisa cuando su madre muera o más bien cuando la asesinemos.
Soy un integrante más de ese grupo poderoso que dirige nada más ni nada menos que mi hermano Peter, mejor conocido en el mundo criminal como el "Taip boos" que en sí el origen de su apodo es por una serpiente extremadamente peligrosa que se llama "Taipán" y "boos" porque es el jefe de la banda delictiva que formamos hace mucho tiempo atrás cuando nuestro padre Rick nos enseñaba las mejores técnicas de manipulación y usurpación de identidad.
Antes de que Peter y yo naciéramos, nuestro abuelo y padre tenía negocios grandes con políticos, terroristas, presidentes, gente adinerada, entre otros. En general se relacionaba con gente de poder, los cuales estaban protegidos por él, ya que brindaba muchos tipos de servicio, desde tener a sus hombres trabajando como guardaespaldas para proteger a personas poderosas hasta la venta de órganos, algo que se le daba mejor era el tráfico de mujeres, sin embargo, un día que colaboro con otros individuos que no eran de su círculo perdió una cuantiosa fortuna debido a que se alió con la familia de Elisa, en ese entonces el abuelo de tigresa tuvo muchos problemas con mi padre y tuvieron muchas cuentas que pagar, el embrollo fue que su abuelo huyo y se hicieron más disgustos entre ambas familias.
