Mi vida estaba destrozada, no sabía qué pensar, solo de recordar como Ana se agitaba cada vez que Oliver metía y sacaba su miembro era tan abrumador... esa imagen no dejaba de rondar en mi cabeza, tenía pesadillas.
Las veces que Oliver me beso pensé que yo sería la última mujer con la que tendría el sexo más apasionante de su vida, la cosa es que no fue así, él me había dejado de lado ya no le importaba en lo más mínimo, recuerdo que después de que se fue Ana del instituto Oliver falto dos semanas a clases nunca supe si ellos se hicieron pareja, algunos de sus amigos le llegaron a decir a Lucía que Oliver tenía una novia muy guapa cuya mujer no conocía, esa mujer no era Ana ni yo. Al parecer tenía una relación a larga distancia con esta chica... Tal vez y era cierto, después de todo nunca se tomó en serio a nadie, pasaron los días y yo no podía verlo a la cara, lo único que hacía era tomar clases e irme del instituto.
Cada vez que salía del instituto había un jardín increíblemente grande que quedaba cerca de la escuela, cuando pasaba por ahí caminando todos los días pensaba que era para Oliver, si me tomaba en serio o no, si solo había sido un juego para él, después de la feria y de todo lo demás mis pensamientos no se hilaban parecía que solo hablaba disparates.
Conforme paso el tiempo Oliver tomó las peores decisiones de su vida, se empezó a drogar por las calles del parque cerca del instituto, muchas veces lo vi fumando nunca supe que tantas drogas consumió solo sé que su vida se fue poniendo de cabeza, Lucy era mi único consuelo en esos instantes a pesar de que me había mudado de la casa de mi madre no le podía ocultar mis más grandes miedos, ella me conocía a la perfección sabía que quería y que no, no quería preocuparla, ya que mi hermano se encargaba de eso, ¡Jason era un loco!, mi hermano se escapaba mucho de casa, se iba siempre por las noches a practicar baseball y otros deportes. Mi hermano iba a una de las mejores escuelas de Montecarlo, pero lo aprovechaba como debía ser.
Él no vivía conmigo ni con mi madre, él vivía en la casa de mi tía Lorena en Mónaco, cuando mi hermano estaba en la peor etapa de su rebeldía mi madre hablo seriamente con mi tía Lorena y en ese entonces creyeron que la mejor opción para que mi hermano aprendiera a ser autosuficiente era que se fuese a vivir a otro país lejos de Texas mi hogar, donde nací y crecí.
Ahí viví los mejores años de mi vida, aunque mi madre tenía raíces colombianas por mi abuela yo tenía la nacionalidad colombiana y estadunidense, pero como siempre conviví con latinos mi crianza se hizo muy latina, por esa razón tenía una vida muy multicultural, pero en el instituto habla en inglés o a veces español.
Mi mejor amiga tenía familia en Viena, aunque mucho tiempo vivió en México, ella me contaba todas las maravillas que se podían hacer en ese país, los manantiales, los bosques de Puebla, entre otros lugares, Oliver era de Baja California como olvidarlo y Arturo tenía raíces de Bolivia, pero había nacido en Florida.
Nuestro instituto se caracterizaba por hablar francés, español, inglés, entre otros idiomas, sé que era ridículo no saber bien la gramática del inglés, solo que la gran parte del tiempo habla en español, ya que la escuela era más multicultural que nacional, por esa razón no practicaba mi gramática en inglés y debido a eso empecé a tomarme más en serio la gramática.
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La venda en mis ojos © ✅
RomantizmTodos tenemos una venda en nuestros ojos, la cual cubre las crudas realidades de la vida. Elisa lo sabe mejor que nadie, porque amar te hace dueño del soñar, pero también te hace dueño del odiar. La pregunta es: ¿Quién le quita la venda que cubría...