Deseo [TWIBRA]

ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟜 ✨

Sus labios hambrientos volvieron a encontrarse con los míos, saboreando la dulzura metálica dejada por la mordida. 

Un gemido involuntario escapó de mí, envolviéndonos en una ola de deseo.

— "Te dije que te detengas..." — murmuré, aunque mi voz temblaba de emoción y confusión.

— "Admiro tu tenacidad," — dijo él, acercándose a mi oído y susurrando, — "pero me estás poniendo los nervios de punta."

Antes de que pudiera reaccionar, me tomó de la cintura y comenzó a cargarme. ¿Cómo podía ser tan fuerte? Justo ahora me estaba cargando como si no pesara nada, envuelta en sus brazos como si fuera un tesoro preciado. Me miró y sonrió con una expresión que mezclaba satisfacción y picardía.

— "¿Nunca te habían cargado así?" — preguntó, acercándose aún más a mi rostro. — "¿Como una princesa?"

Me sonrojé instantáneamente. No pude decir nada. Había tantas cosas que quería decir sobre la situación, pero mi mente estaba saturada. ¿Conoces a alguien que pueda manejar esto con calma? ¡Yo no!!

Sombra comenzó a caminar, cargándome con una sorprendente facilidad. Cuando empecé a tambalearme un poco, un escalofrío de miedo me recorrió. No tuve más opción que aferrarme a él con fuerza. No es como si tuviera otra alternativa. Pareció complacido con mi reacción, el maldito psicótico.

Llegamos al pie de unas escaleras y él empezó a subirlas. ¿A dónde estamos yendo? ¿Finalmente había llegado el momento de la tortura? Esperaba que fuera así. Entonces podría encontrar algo con qué acuchillarlo cuando se diera la vuelta. Lo que no sabía era que la tortura que imaginaba solo era la mejor alternativa a lo que estaba a punto de suceder.

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𝑬𝒏 𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒔𝒊𝒍𝒍𝒐

El pasillo era largo y estaba lleno de puertas, casi como en un castillo. Me preguntaba qué estarían haciendo las chicas. Desaparecí tan de repente durante el arreglo... ¿me estarían buscando? ¿Y Flash? ¿Estaría buscándome también?

Sacudí la cabeza, tratando de apartar los pensamientos sobre él, especialmente después de lo que me hizo. ¡Pensarán que soy una tonta! Finalmente, aun cargándome, nos detuvimos frente a una puerta. Mi mente imaginaba que esta era la sala de tortura, pero la tortura mental era solo el principio de lo que estaba a punto de suceder.

Sombra abrió la puerta de una patada. ¿Era realmente necesario ser tan brusco? La pobre puerta no tenía la culpa. Por un momento, me sentí identificada con ella. La vida me estaba dando una enorme patada en el trasero.

— "¿En qué piensas, princesita?" — dijo Sombra, sacándome de mis pensamientos. El tipo aún me estaba cargando, incluso después de haber entrado en una habitación con poca luz.

— "¡Qué te importa! Suéltame de una vez," — exclamé, molesta, rogando que todo esto terminara lo más rápido posible.

— "Bien" — fue lo único que respondió antes de que empezara a sentirme caer y sus manos me soltaran. ¡No me refería a que me soltaras de golpe!

Cerré los ojos y caí de espaldas. La caída fue suave, demasiado suave. Mis manos tocaron algo sedoso y blando. Era tan fresco y el aroma de la tela me dejaba boba. Me había tirado en una cama que más bien parecía del tamaño de dos camas. ¡La auténtica cama king!

— "Muy bien, empecemos..." — dijo, quitándose el chaleco y arrojándolo a lo que parecía ser una silla. La poca luz del lugar no me permitía ver mucho a mi alrededor.