ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟡 ✹

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Los ojos de Twilight se abrieron lentamente, pero el sueño no había llegado a ella en toda la noche. El café aún hacía efecto, manteniéndola alerta, aunque con una sensación de agotamiento acumulado. El silencio en su cuarto era tan espeso que el sonido del pequeño ventilador en la esquina parecía ensordecedor. Soltó un suspiro frustrado mientras miraba el recipiente donde los cristales reposaban, inmóviles, tal como lo habían estado desde hacía horas.

Se levantó de la cama, bostezando y estirando los brazos. Miró de reojo a Spike, que seguía dormido en su pequeña cama a los pies de la suya. No había necesidad de despertarlo. Si él quería dormir todo el día, lo dejaría descansar. Se merecía al menos una buena noche de sueño, cosa que ella no había tenido en absoluto.

Miró el reloj. Eran las 5:00 a.m. Demasiado temprano para ir a la escuela, incluso para ella. Su vista se desvió hacia la mesita de noche, donde descansaban aquellos libros negros que Sombra había querido tirar la última vez que lo había visto. 

"¿Qué soy, su basurero personal?" pensó mientras tomaba uno de los libros con cierto desdén. Lo abrió y encendió la lámpara de la mesita, dispuesta a distraerse un poco de los misterios de los cristales.

Comenzó a leer en voz alta, su tono cansado resonando en la habitación vacía:

"El abismo era oscuro, tan oscuro, el escarabajo se sentía atrapado. Ya no sabía cuántos días llevaba allí, sin agua, sin comida. Nadie podía escucharlo. ¿Por qué nadie puede escucharme? ¡Alguien, ayúdeme! ¡No debí haber venido a buscar al monstruo del abismo!"

Twilight bajó el libro y murmuró, con una mezcla de escepticismo y leve incomodidad:

—Esto definitivamente no es lo mío.

La historia parecía sombría, casi opresiva. Ese escarabajo atrapado, gritando por ayuda en la oscuridad... De alguna manera, se sintió identificada con esa sensación de soledad, aunque intentó sacudirse esa sensación rápidamente. 

"No, Twilight, no por leer un libro de gatos vas a empezar a maullar," pensó para sí misma, tratando de no darle más vueltas. Sin embargo, no pudo evitar preguntarse: ¿Sombra se identificaba con este escarabajo? Dicen que lees con lo que te sientes identificado. El pensamiento le causó una sensación extraña en el estómago, pero lo dejó pasar. "No, no tiene sentido... o tal vez sí."

Siguió leyendo en silencio, página tras página. Pronto, el sonido del mundo exterior comenzó a mezclarse con sus pensamientos, hasta que se dio cuenta de que el reloj ya marcaba casi las 7:00 a.m. Apagó la alarma antes de que sonara, sorprendida de haber llegado a la mitad del libro sin siquiera notarlo.

Se levantó, estirando sus músculos rígidos y frotándose los ojos. Spike seguía profundamente dormido, roncando suavemente, y Twilight decidió no molestarlo. De todos modos, estaba decidida a salir sola esta mañana. Se cambió de ropa y preparó su mochila mientras el eco de las palabras del libro aún resonaba en su mente.

Estaba a punto de salir cuando escuchó voces en el pasillo, gritos que le llamaron la atención. Se asomó discretamente por la puerta entreabierta y vio al casero, un hombre robusto de mediana edad, discutiendo con Sombra, que parecía recién levantado, con el cabello desordenado y una mirada hastiada.

—Ya te dije que te pagaré a fin de mes —dijo Sombra, visiblemente molesto.

—Dijiste lo mismo la semana pasada —respondió el casero con un tono de irritación—. Pero debes pagar en la fecha establecida.

Twilight observaba, intentando no hacer ruido, mientras Sombra se tronaba el cuello con impaciencia.

—Estoy tardado en recibir mi paga este mes —gruñó Sombra.

Deseo [TWIBRA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora