ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟘 ✨

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La bañera no era muy grande, y nuestros cuerpos quedaron apretados contra el uno del otro mientras nos metíamos en ella. El agua caliente salpicaba alrededor de nosotros, y la intimidad del momento me hacía sentir aún más vulnerable.

La piel de su cuerpo rozaba contra el mío, cada roce electrizando mi piel y haciendo que mi corazón latiera con fuerza. Podía sentir la calidez de su aliento contra mi cuello, y sus manos se deslizaban suavemente por mis brazos.

Su voz suave y baja resonaba en mis oídos mientras él me sujetaba contra su cuerpo, su mano alrededor de mi cintura. Su piel estaba caliente contra la mía, y podía sentir cómo su pecho se movía con cada respiración. Las burbujas del agua acariciaban nuestros cuerpos mientras nos movíamos ligeramente, y cada centímetro de contacto me hacía estremecer.

—"Se siente bien, ¿verdad, preciosa?" —murmuraba, su voz llena de satisfacción y deseo.

Gruñí ante su comentario. Se suponía que estaba ayudándola a bañarse, ¿no es así? ¡Entonces, ¿por qué la tocaba de una manera tan lasciva?! ¿O solo era su impresión?

Su sonrisa traviesa se ensanchó aún más a medida que escuchaba mi gruñido, y siguió acariciando mi piel con sus manos. Sus dedos trazaban círculos suaves en mis brazos, y pude sentir cómo cada uno de sus toques dejaba un rastro de electricidad en mi piel.

—"¿Qué pasa, princesita? ¿No disfrutas de mi ayuda?" —murmuró, su voz llena de malicia y satisfacción.

Su mano se deslizó hacia mi cintura, y sentí cómo me acercaba aún más a él, hasta el punto de que nuestros pechos estaban prácticamente presionados juntos. El agua salpicaba alrededor de nosotros, y cada movimiento que hacíamos hacía que nuestros cuerpos se frotaran todavía más. Su otra mano se deslizó por mi espalda, acariciándome con delicadeza, y pude sentir cómo un temblor me recorría la columna cuando sus dedos tocaban mis puntos sensibles.

—"Deja de jugar conmigo, ¡solo ayúdame a limpiarme!" —protesté, mi voz llena de frustración y un ligero rubor en mis mejillas.

Mi voz salió como un gemido frustrado mientras intentaba empujarlo suavemente con las manos, pero no había lugar para moverse en la bañera. Su aliento aún cosquilleaba en mi cuello y pude sentir cómo su sonrisa se ensanchaba contra mi piel.

—"Oh, relájate. No lo haré de nuevo esta noche" —dijo, con su voz baja y susurrante—. "Un hombre también tiene sus límites"

Sentí cómo un escalofrío recorría mi espalda ante sus palabras, y no estaba segura de si era de alivio o desilusión. Su sonrisa seguía presente en su rostro, y sus ojos se deslizaban por mi cuerpo desnudo, provocándome un rubor aún más intenso.

—"Entonces... ¿significa que te mantendrás a raya desde ahora?" —murmuré.

Su sonrisa se ensanchó nuevamente al ver mi reacción, y solté un bufido de frustración. ¿Estaba jugando conmigo de nuevo? Pero antes de que pudiera abrir la boca para responder, él soltó una carcajada y me miró con una expresión traviesa.

—"Oh, no te preocupes, princesita, no te desilusiones todavía. Para mañana, habré recuperado mi estamina, y te lo haré tantas veces como quieras" —dijo, y sus palabras me hicieron estremecer.

Mi rostro se sonrojó aún más al escuchar sus palabras, y sentí cómo la frustración se mezclaba con la vergüenza y el deseo. Fruncí el ceño y le salpiqué agua en la cara, intentando aparentar enfado, pero el corazón me latía con fuerza y sabía que él podía ver cuánto me afectaban sus palabras.

Deseo [TWIBRA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora