ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟞 ✹

103 17 0
                                    

El día había sido largo, pero emocionante. Mi primer día en Canterlot High estaba lleno de emociones encontradas: los nervios por encajar, la emoción por los nuevos proyectos, y, claro, la creciente preocupación por esos cristales ennegrecidos del portal. Ahora, mientras caminaba de regreso a mi apartamento, Spike asomaba su cabeza desde mi mochila, donde estaba medio escondido entre mis cuadernos.

—¿Estás bien ahí dentro, Spike? —susurré, intentando que no me vieran hablar con mi perro.

—Estoy bien, pero esos cristales... —me susurró de vuelta—, me provocan escalofríos. Huelen raro. Y ni siquiera estoy usando mi nariz de perro para decirlo.

Le eché una mirada rápida a la bolsa de plástico que contenía los fragmentos de la estatua ennegrecidos. Estaban bien guardados en un bolsillo lateral de mi mochila, pero admito que también sentía una leve incomodidad, aunque no quería pensar mucho en eso por ahora.

—¿De verdad? —pregunté, preocupada—. Pensé que era solo mi imaginación.

—No, definitivamente no es solo tu imaginación, Twilight. Me dan una sensación rara. Como si... —Spike miró a su alrededor y bajó la voz— como si algo malo viniera.

—Tendré que investigarlo cuando lleguemos a casa —dije, intentando mantener la calma—. Ya casi llegamos.

Entramos al lobby del edificio y me dirigí directamente al ascensor, sintiendo el peso de los libros, los cristales y... bueno, de todo el día. Presioné el botón del quinto piso y esperé pacientemente. Spike se acomodó en la mochila, pero no parecía tan relajado como de costumbre.

El ascensor llegó, y cuando las puertas se abrieron, entré rápidamente. Estaba a punto de presionar mi piso cuando, de repente, una mano detuvo el cierre de las puertas. Levanté la vista justo a tiempo para ver entrar a él

Sombra. El vecino ruidoso y malhumorado del apartamento 5A.

"Genial," pensé, justo lo que me faltaba para cerrar el día.

Sombra entró con rapidez, como si estuviera con prisa. Su cabello oscuro estaba algo desordenado, y llevaba la misma sudadera negra de siempre, dándome una mirada rápida y luego concentrándose en el panel de botones del ascensor.

—Cinco, ya lo presioné —dije, intentando sonar neutral.

—Lo veo —respondió él, sin mirarme, pero con un tono que sonaba a ligera irritación—. No era necesario que lo mencionaras.

Cruzamos miradas por un breve segundo y luego, ambos desviamos la vista, claramente incómodos. El aire dentro del ascensor se sentía más denso de lo que debería.

—¿Vas a Canterlot High? —preguntó de repente Sombra, rompiendo el silencio mientras miraba las cosas en mi mochila como si intentara adivinarlo solo por los libros que llevaba.

Lo miré, arqueando una ceja. No era de su incumbencia, pero bueno, ya que estaba claro por mi uniforme...

—Eso no te incumbe —respondí, entrecerrando los ojos un poco. Mi día ya había sido lo suficientemente largo como para lidiar con vecinos curiosos.

Sombra rodó los ojos.

—Ni que me interesara. —Me lanzó una mirada de arriba abajo—. ¿Tu directora es Celestia, verdad?

Suspiré. ¿Por qué estaba preguntando?

—Sí, Celestia es la directora —contesté, sin querer continuar con la conversación, pero claramente él no había terminado.

Sombra soltó un suspiro, como si el simple hecho de oír su nombre le provocara un dolor de cabeza.

—Sabía que iba a ser un problema —murmuró para sí mismo, pero lo suficientemente alto como para que yo lo escuchara.

Deseo [TWIBRA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora