Deseo [TWIBRA]

ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟙 ✹

A pesar de mis mejores esfuerzos por despejar la mente, el sueño no llegaba. Me revolví en la cama, mirando el techo, tratando de no pensar en ese extraño y vergonzoso sueño. ¿Por qué estaba soñando con Sombra de esa manera? No tenía sentido. Él era... él. Un vecino molesto, nada más. Pero aun así, el eco de su voz seguía resonando en mi cabeza, y eso me irritaba.

Miré a mi lado, donde la novela que me había dado Sombra reposaba junto a la cama. El marcador sobresalía entre las páginas, mostrando dónde me había quedado la última vez que intenté leer. La historia no me había atrapado al principio, pero ahora, incapaz de dormir y con la mente dando vueltas, pensé que leer un poco más podría distraerme.

—Bueno... si no puedo dormir, al menos que el escarabajo me entretenga —murmuré, tomando el libro y abriéndolo en la página marcada.

La prosa oscura y pesada me envolvió de inmediato, como una nube de pensamientos lúgubres. Mis ojos recorrieron la siguiente línea.

"El escarabajo había intentado escalar la pared de piedra que lo rodeaba, pero al hacerlo, se lastimó tres de sus patas. Gritó de dolor, lamentando cada segundo. ¿Por qué había decidido explorar el abismo, buscando a un monstruo, aun cuando sus padres le habían advertido que no lo hiciera? Ahora estaba atrapado, y nadie venía a buscarlo. ¿Por qué nadie venía?"

Cada palabra parecía más deprimente que la anterior, y sin embargo, no podía dejar de leer. Algo en esa sensación de estar atrapado, solo, resonaba dentro de mí. ¿Por qué me identificaba con un escarabajo atrapado en un abismo? Era absurdo, y sin embargo, seguí pasando las páginas, una tras otra.

El escarabajo estaba desesperado, herido y sin esperanza, pero aún así seguía luchando. Su situación era cada vez más sombría, pero algo en su historia me empujaba a seguir leyendo, como si hubiera algo en ella que necesitaba descubrir, algo que me tenía atrapada tanto como al propio escarabajo en ese maldito abismo.

—Esto es tan deprimente... —murmuré, frunciendo el ceño mientras mis ojos seguían deslizándose por las páginas.

La historia me incomodaba, pero a la vez, no podía apartar la vista. Me preguntaba por qué Sombra me había dado este libro. ¿Lo habría leído completo? ¿O simplemente me lo pasó sin saber lo sombrío que era? Lo había dejado a la mitad, según él. Pero una pequeña parte de mí se preguntaba si, de alguna manera, había una razón más profunda detrás de todo esto. ¿Sentía él lo mismo que ese escarabajo atrapado?

Sacudí la cabeza, intentando no darle más vueltas. Esto es solo una novela gótica y extraña. No tiene nada que ver con Sombra. Ni conmigo.

Y aun así, pasé a la siguiente página. Las palabras parecían arrastrarme más y más a ese pozo oscuro, pero por alguna razón, quería ver hasta dónde llegaría el escarabajo. ¿Lograría escapar? ¿O estaría condenado a quedarse atrapado para siempre?

—Qué clase de novela... —susurré para mí misma, sintiendo un ligero escalofrío mientras continuaba leyendo.

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Las horas pasaron volando mientras me perdía en la novela, sin poder apartar los ojos. Cuando finalmente levanté la vista del libro, las primeras luces de la madrugada ya comenzaban a colarse por las cortinas. Miré el reloj: las 4:00 a.m. ¿De verdad había pasado toda la noche leyendo sobre un insecto atrapado en una metáfora viviente? Suspiré, dándome cuenta de lo cansada que estaba.

Y justo cuando pensaba que lo único que me quedaba era intentar dormir un par de horas, alguien tocó la puerta.

Fruncí el ceño, extrañada. ¿Quién podría ser a estas horas? Dudé por un momento, pero finalmente me levanté y abrí la puerta solo lo suficiente para asomarme. Mis ojos se encontraron con Sombra, quien, para mi sorpresa, estaba ahí de pie con dos cafés en la mano.