el cumpleaños de "mi cielo"

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En esa semana la pelinegra se mantuvo pensativa en lo que le daría a su hijo, los dos regalos habían sido mencionados muchas veces por Cristian así que debería elegir entre uno de esos dos o llevarle ambos

Lo decidió, iría ese mismo día a su rancho, ahí encontraría uno de los "regalos" que se suponen que traerían hace unos días






-. ¡Hola Ana!



Su amiga y encargada de cuidar a sus animales corrió a abrazarla


-. Hola Lola -sonríe-


-. ¡Ya llegaron los príncipes!



La mujer alta estaba muy feliz indicando la llegada de los dos nuevos pequeños integrantes que vinieron desde muy pero muy lejos, era un shetland de Inglaterra y un connemara de Irlanda unos preciosísimos ponis


-. ¡¿Ya?! -pregunta emocionada la pelinegra-




-. ¡Llegaron en la mañana! Están en las caballerizas



Lola agarro de la mano a Ana y se la llevó corriendo hasta las caballerizas para mostrarle a los ponis, al llegar ahí Ana sonrió enormemente, eran hermosos de color blanco, uno era un poco más alto que el otro pero seguían siendo muy pequeñitos




-. El nombre del connemara es "tormenta" y el shetland se llama "nube"





-. Que lindos son, Creo que estos preciosos animalitos llegaron justo a tiempo




La pelinegra seguía sonriendo con mucha felicidad mientras acariciaba y apreciaba la belleza de los ponis, Lola también sonreía, seguramente la llegada de esos dos ponis era la más esperada estos dos meses




-. ¿A qué hora es la fiesta de Cris? -pregunta la mujer alta-



Ana de inmediato dejó de acariciar al animalito, le recordó que su visita ahí sería corta



-. A las tres, oye Lolita... ¿Me podrías hacer un pequeñísimo favor? -sonríe inclinando un poco la cabeza y levantando las cejas-




-. Claro, dime



-. Hice un pedido a domicilio en una agencia automotriz y... -suspira con pesadez- y la verdad siento que se verá muy exagerado que yo llegue a la casa de mi suegra..




Ana corrigió ciertamente molesta esa última palabra, ya no le podía decir así a la mamá de Verónica



-. A la casa de Socorro con tres camiones




-. Yo te ayudo, tú no te preocupes -le guiña un ojo y sonríe- a, te iba a mencionar que ya bañaron a los ponis


Agregó Lola y eso hizo más feliz a la pelinegra


-. Ya están listos para llevármelos







Unos jóvenes empleados de la pelinegra ayudaron a subir a los ponis en las furgonetas, ahora solo era cuestión de llegar al lugar donde sería la fiesta
Rumbo a la dirección, Ana se cuestionó si eran buena idea los regalos para sus hijos, Tal vez a ellos les emocionara muchísimo pero a Verónica era muy probable que no.



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Al llegar tuvo un poco de problemas con estacionar su camioneta y las furgonetas, estaba lleno de autos, al bajarse le dió indicaciones a sus trabajadores de esperar su señal para meter a los ponis, Ana no entraría junto a los ponis seguro que Verónica la saca a bola de patadas antes de que Cristian o Michel los vean.

el divorcio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora