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Paró el auto enfrente de la cochera, antes de bajarse apretó el volante, se dió ánimos ella sola mentalmente mirando al frente, tomó una bocanada de aire para sacarlo después en un suspiro

Apenas al bajarse vió como abrían la puerta de la casa, Ana se detuvo a la par de su auto observando salir a sus hijos junto a Verónica,
¿A dónde iban?

Unas enormes sonrisas se mostraron en las caritas de los pequeños cuando notaron la presencia de Ana, cosa que no pasó en Verónica, los niños fueron rápido hasta donde estaba la pelinegra para abrazarla y llenarla de besos, eso calmó las emociones de Ana








-. ¡Mami Ana! ¿Tú vendrás con nosotros? -pregunta entusiasmado Cristian-




Ella ni siquiera estaba cerca de saber a donde irían, quiso descifrarlo en la mirada de su hijo pero no lo logró





-. No.. cris...




-. Mamá Ana vino a despedirse solamente




¿Por qué dijo eso la castaña? Ana la miró con escepticismo, Verónica se limitó a ver a Cristian asegurándole lo dicho








-. ¿Por qué no vendrás? -volvió a preguntar el rubio haciendo ese puchero característico suyo-






-. Tu mamá Ana trabaja, nosotros estaremos varios días allá, ella no puede y no debería acompañarnos






Verónica no le dió ni tiempo de contestar a Ana, estaba ¿Molesta?, dejar que Verónica hable por ella es lo último que haría Ana, indagaria en los planes de la ojiverde






-. Sí puedo -contesta rápido ganándose una mueca de molestia por parte de Verónica- ¿A dónde van?





-. Vamos con...





-. Saldremos, eso es todo lo que te debe importar -contesta irritada interrumpiendo a Cristian-





Agarró la mano de Michel y señaló a Cristian con la mirada para que caminara, los llevó hasta al auto seguidos por la pelinegra con desesperación







-. Mami Vero, ¿Por qué no quieres que vaya mi mamá Ana?.. El otro día se besaron ¿Ya no se llevan bien? -pregunta con genuina confusión a la vez que se sube a la parte de atrás del auto-





-. Ya no nos llevamos bien -cerró la puerta de atrás después de subir a Michel junto a Cristian-







-. ¿Tres días juntas no son nada?





Verónica evitó verla a la cara, dijo a los niños que cerraría la casa con llave que esperaran a que volviera, ellos aceptaron, la castaña volvió a la entrada de nuevo seguida por Ana











-. ¿Solo vas a hacer.. eso? -pregunta agobiada bajando la voz-





-. Hacer.. ¿Qué? -pregunta con desinterés-



-. Evitarme.. solo ¿Vas a evitarme?



-. No hago eso, es más, no estoy haciendo nada



La castaña empezó a girar la llave, evitando los ojos de Ana, concentrada solo en la puerta




-. Verónica... ¿No piensas hablar conmigo?




-. ¿De qué? -se dió la vuelta, empujando a Ana para pasar-



-. ¿Cómo qué "de qué"? ¡Aceptaste firmar el documento para divorciarte de mí!.. ¿Por qué?



el divorcio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora