Verónica se quedó pensando en si contarle o no la otra razón por la que Enrique la dejo ahí, que importa si lo dice Ana no puede molestarse, no debe
—. Si tan solo hubiera aceptado su propuesta
La castaña lo dijo sin culpa, Ana la miró esperando que continuara ¿Qué propuesta?
—. ¿Aceptar qué?
Verónica suspiró con desespero, sobrepuso su mano en su boca y apretó sus ojos, la confesión que haría seguro rompería a la pelinegra
—. Ayer.. -traga saliva- ayer me besó Enrique
El cielo se cayó encima de Ana, con eso dicho empezó sofocarse por que todo se cerraba a su alrededor, alguien más besó al amor de su vida
¿Que debía sentir? Todo, sentía todo y eso no era peor que diría Verónica—. Y hoy... cuando venía peleando conmigo de lo del trabajo me propuso que no me bajaría del auto si.. -hace una pausa para respirar profundamente- si lo hacíamos… yo.. yo lo besé pero lo detuve cuando me.. cuando me bajo el pantalón
Ana negó desesperadamente con la cabeza, se sentía furiosa pero su cuerpo demostraba tristeza un hueco se engrandeció en su pecho y un sudor helado la recorrió completa, necesitaba respirar, necesitaba salir huyendo, quería gritar, y no era solo por la maldita propuesta de Enrique era más por que Verónica dijo que debió aceptarlo y estuvo a punto de hacerlo
Se bajó de la camioneta sin esperar otra respuesta de la castaña, en cuanto tocó el suelo no pudo mantenerse de pie y se dejó caer de rodillas, no lloró, no podía, algo dentro de ella se hizo pequeño tanto que lastimaba.
Perdió, él estuvo a nada de tenerla, nadie le asegura que si él vuelve a insistir no terminará con Verónica en su cama, y ¿Ella que haría? Nada, no puede evitar que Enrique se quede con Verónica, no puede luchar por el amor de su vida porque la ojiverde ya no la quiere juntó a ella
Nunca pensó que tendría que escuchar de la boca de Verónica algo como eso, se odiaba a si misma, después de estar haciéndose mil preguntas y reprocharse internamente, por fin pudo llorar, un llanto que ardía desde su estómago hasta su cabeza eran lágrimas que se secaban apenas salían de sus ojos.
Grandes bocanadas de aire necesito para ya no sentir ese ahogamiento, ¿Qué era esto? ¿Por qué dolía tanto? Solo fueron unos besos y quien sabe cuántas caricias, pero quién recibió eso fue Verónica y no de su parte fue otra persona quien la toco y besó, ¿Así se sintió Verónica cuando la encontró con Tatiana?
Miserablemente después de lamentarse se intentó calmar y subió de nuevo a la camioneta, Verónica no volteó a verla ella solo se mantuvo en silencio agachando la cabeza. El ambiente era deprimente, con la respiración entrecortada de Ana y sus lágrimas que salían solas mientras conducía
—. Lo.. lo siento, tú no debías saber.. eso
Habló Verónica, ella sintió pena por Ana, sabía que la pelinegra la seguía amando y era injusto escuchar algo así viniendo de ella, si bien Ana la hizo sufrir Verónica creyó que no merecía sentir lo mismo que sintió ella cuando la pelinegra la engaño
—. Tú.. tú -dice absorbiendo su nariz- tú tienes derecho a ser feliz.. sea conmigo o sin mí, no me debes disculpas castro
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el divorcio
RomanceA unos meses de haberse casado ante la ley, la pareja de 4 años de relación, se divorcio por culpa de una traición, cuando todo era color Rosa, cuando estaban en su máximo esplendor como una familia, todo se arruinó.