el divorcio

12

Las noticias sobre la boda y el embarazo para las familias de ambas las dirían en casa de doña Isabel, la señora sin problema alguno accedió a prestar su casa para la reunión, era la segunda vez que Verónica y Ana les pedían reunirse a todos, debía ser algo realmente importante, más cuando se suponía que desde ayer se habían divorciado

Todos querían respuestas, aclaraciones de lo que pasó con ese mentado “divorcio”

—. Ya que nos tienen aquí en ascuas, hablen, cualquiera de las dos hable -dice con cierto desespero, las dos estaban sentadas juntas calladas bajo las miradas de sus familiares-

—. Perate Fausto -regaña Jose al ansioso de su hermano que presionaba a la pareja- ellas solitas nos tienen que decir porque estamos todos aquí

Ana miró a Verónica pidiéndole permiso de hablar con la mirada, ambas nerviosas y a la vez emocionadas por las noticias que darían, solo se sonrieron

—. Decidimos… -suspira soltando la presión en su pecho y agarra la mano de la castaña- Verónica y yo decidimos no divorciarnos

Todos guardaron silencio, mirándose unos a otros, no creyendo por completo en lo que dijo Ana, hasta que ellas se dieron un corto beso confirmando su unión, ahí fue cuando los familiares sonrieron y comenzaron a felicitarlas

—. Es no es todo -dice sonriente la castaña por el buen recibimiento de las familias- nos comprometimos, nos casaremos por la iglesia

—. El mes que viene -agrega la pelinegra llamando la atención de su mujer-

Todos aplaudieron a las mujeres y las obligaron a levantarse envolviendolas en un abrazo familiar, dándoles vueltas Enmedio del círculo que formaron entre todos, eso dió mucha felicidad a Ana y Verónica, todos se reían y decían cosas como “Es que ustedes son uña y mugre” “¡Ya sabíamos que regresarían!” “¡Felicidades chicas!”

En un arranque de confianza y libertad Ana entre risas de emoción gritó

—. ¡Y estamos embarazadas!

Las risas pararon, todos se soltaron y con asombro las miraron, parecía que veían algo irreal

—. O sea las dos no, yo no estoy embarazada -especifica rápido la pelinegra señalando su abdomen- pero Verónica… sí

Las sonrisas y las risas volvieron a los rostros de cada uno, ahora empezaron el sin fin de preguntas, “¿Cuántos meses tienes?” “¡Ay que bonito tendremos nuevo sobrino o ¿Sobrina?!” “¿Por qué hasta hoy nos cuentan?”

Alberto sin aplicar fuerza de voluntad gritó con orgullo a los cuatro vientos que él fue el primero en enterarse de todo, obviamente doña Isabel le reclamó a sus “hijas” por avisarle hasta ahora pero con abrazos calmaron a la mujer logrando su sonrisa, las abuelas eran las más contentas

A Cristian y Michel les tuvieron que explicar que tendrían hermanitos a lo que de nuevo causaron conmoción a los demás, por enterarse que vendrán gemelos. Los niños con demasiado entusiasmo y alegría abrazaron a sus mamis. Era una tarde muy activa para las familias, llena de sorpresas.

____

—. No es necesario presentarte, si ya tienes las pruebas podemos mandar a tu abogado y que él personalmente se las muestre al juez -ofrece objetivamente-