Señora de Araujo

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El sonido repetido del claxon hizo que la mujer rubia saliera de su casa para recibir a la pequeña familia, los niños con mucha alegría saludaron entre abrazos a su "tía Susana" con la que se quedarían toda la semana en lo que su madre aclaraba sus pensamientos






-. Hola nenes, a mi también me alegra verlos -dice dándoles un beso en la frente a ambos niños-






-. Tía Su, ¿Todavía tienes piscina en tu patio? -pregunta Cristian entre brinquitos impacientes-





-. Con que solo vení por la pileta -finge indignación para luego reír- Mirá que tenés suerte, todavía la tengo






Susana le señaló la puerta abierta para que entraran, a lo que sin dudarlo Cristian con una sonrisa entró corriendo, ilusionado por meterse a la piscina ya que todo el camino venía quejándose del espantoso calor







-. ¿Qué tal te fue? -pregunta mientras va caminando al lado de la castaña-







-. Horrible -confiesa con un suspiro pesado- los abogados me dijeron que pasado mañana será la firma para finalizar mi divorcio






-. ¿Te buscarán o irás a algún sitio para firmar?





-. Me irán a buscar en la dirección que les dí



Llegaron a la sala de estar, ahí cruzaron por la puerta corrediza que dividía la sala con el patio, en el patio ambas mujeres se sentaron en los camastros de madera cerca de la piscina.




Verónica regañó a Cristian por meterse a la piscina con la ropa que traía puesta, pero al rubio le importo poco solo se rió y mojo a su hermanito junto a las dos mujeres







-. ¡Cristian! -grita molesta- ¡Te voy a sacar de ahí si nos sigues lanzando agua!







-. Déjalo, el pibe solo se quiere divertir -defiende Susana entre risas-







-. ¡Yo también quiero nadar! -grita Michel haciendo berrinches-







Verónica sonrió, con Michel se cobraría lo que hizo el rubio, puso a Cristian a cargo del pequeño castaño, lo cuidaría dentro de la piscina, aunque con quejas y reclamos a Cristian no le quedó de otra que acceder a cuidar a Michel







-. ¿Si le dijiste a tu enamorada que estarán acá? -pregunta Susana aguantando la risa por la cara que puso Verónica-





-. No, no le dije a Ana donde estaríamos, así que si te llega a llamar tú no sabes nada -amenaza levantando el dedo índice-




-. Dale... ¿Charlaron antes de que vinieran?





-. Sí.. -susana entre cierra los ojos no creyendo del todo en Verónica- hablar, hablar pues no.. discutimos



-. Lo sabía, tú no sos de "hablar"




-. Ay Su, no te limpies las manos que tú me metiste la idea de alejarme -se excusa mirando hacia los niños-






Susana se incorporó en el camastro con indignación, cuando hablaron de la relación de Verónica dejaron claro lo malo y lo bueno, Susana le ofreció se quedarán con ella un tiempo en lo que Verónica se sentía cómoda de nuevo en su casa, esa que le recordaba lo hecho por Ana






-. Sho solo te dije vení a mi casa si te sentís mal en tu casa, en lo que se te pasá aclarás lo que querés, no te dije "aléjate de Ana" -se defendió mencionando lo que lo le había dicho-




el divorcio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora