mi "remplazo"

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Fueron unos años realmente horribles, tres años buscando un trabajo estable tres años buscando con quién quedarse por que con sus sueldos no seguros no era suficiente para pagar una renta, tres años buscando quien cuidaría de su pequeño cuando ella se fuera a trabajar, tres años siendo una mamá soltera, la vida nunca había sido tan difícil hasta el día en que el padre de su primer hijo la abandonó.




—. Camina mi amor, ya vamos tarde con tu abuela -dice acomodando la pañalera en su hombro y agarrando la mano de Cristian-






—. Tengo hambre.. -dice haciendo un puchero-





—. Llegando con tu abuelita vamos a cenar delicioso mi amor, tú solo apresurate en caminar por que parece que va a llover








Cristian caminaba muy lento por que era un berrinche para que su mamá lo cargara y a Verónica se le complicaba cargarlo ya que llevaba tres mochilas bastante grandes, Cris era su primer hijo así que ella llevaba consigo todo lo que creía necesitar para su pequeño

Además de sus cosas del trabajo.






Ya estaba oscureciendo y el cielo estaba nublado amenazando con llover, Veronica con un suspiro de irritación se agachó para cargar a Cristian si no nunca llegarían antes de llover, al hacer eso las dos mochilas que traía en el hombro izquierdo se cayeron y con molestia las tuvo que recoger pero cuando lo hizo la otra mochila se cayó

Era imposible cargar a su hijo sin que todo lo demás se quedara en su lugar.








Verónica ya se estaba estresando y para su colmo Cristian comenzó a llorar, intento calmarlo pero el niño seguía con su berrinche, lo único que lo callaria sería que lo cargaran haci que Vero lo cargo pero de nuevo se cayó una mochila

Ahí es cuando la vida daría un giro de trescientos sesenta grados porque cuando iba a recoger la mochila un hombre alto la ayudo







—. Hola linda, te acabo de ver peleando con tus cosas y tú nene, si me permites yo te puedo ayudar con lo que llevas







Verónica como cualquier persona racional desconfío del hombre desconocido, pero fuera de eso al verlo le pareció un hombre bastante atractivo









—. No gracias, yo puedo, llevo mucho tiempo pasando por esto… pero de todas maneras gracias -sonríe y agarra la mochila que el hombre tenía en la mano-








—. Oye linda, sé que no me conoces pero puedo asegurarte que no soy un chico malo -ríe levemente-








—. Aunque no lo seas, no te conozco y no puedo confiar en ti.. perdón







Verónica sonrió y comenzó a caminar, las primeras gotas de lluvia cayeron y Verónica refunfuño en silencio, el hombre se acercó a ella de nuevo de la manera amable para no intimidarla ni para que ella se sintiera ostigada









—. Linda no te puedes ir caminando con todo eso mientras llueve.. yo te puedo llevar en mi auto hasta tu casa







—. Ni siquiera sé tú nombre








—. -sonríe- soy Enrique Niembro para servirte -agarra la mano de Verónica para estrecharla- yo también debería desconfiar de ti porque tampoco se tú nombre.. a lo mejor eres una mujer hermosa que se dedica a robar los corazones de los hombres guapos como yo







el divorcio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora