el divorcio

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La mujer se puso rígida miró a Verónica y luego sonrió con descaró, eso molestó a la castaña

—. No te preocupes linda, suele venir conmigo a divertirse después de estar aburrida todo el día contigo

Listo, Tatiana dijo las palabras claves para enfurecer a Verónica, nadie la rebajaría y Ana tampoco dejaría que Tatiana siguiera con ese show de cinismo contra su mujer, pero antes de que la pelinegra dijera algo Verónica habló

—. Tú misma lo dijiste “después de estar TODO el día conmigo” -se acerca a Tatiana de manera amenazante pero Ana la sujeta de la mano- ¿No te queda claro que eres su segundo plato? ¡Grabatelo Tatiana! ¡Ana nunca me cambiaría por una zorra!

La pelinegra rápidamente intervino poniéndose en medio de las dos mujeres, Tatiana no tomó nada bien esas verdades viniendo de Verónica, las dos empujaron con brusquedad a Ana pero para suerte de la pelinegra antes de que Verónica le rompiera los dientes a Tatiana o antes de que Tatiana jalara el cabello de Verónica, llegó Alberto

—. ¡Quietas!

Alberto agarró a Tatiana fuerte de la cintura y la separó lo más que pudo de Verónica, Tatiana pataleaba con irá para soltarse, por otro lado Ana abrazo a Verónica por detrás sin intención de soltarla, la castaña soltaba manotazos al aire y forcejeba con Ana

—. ¡Ana! ¡¿Vas a dejar que esa me diga zorra?! -grita Tatiana señalando a Verónica-

—. ¡¿Esa?! ¡Si tú eres la PUT…!

Ana le tapó la boca a Verónica antes de terminar la frase y la castaña la mordió

—. ¡Auch! -se queja y sacude la mano por la mordida pero vuelve a tapar la boca de Verónica-  a ver Tatiana “esa” es mi ESPOSA y si ella lo dice es por que tiene razón, Tú no vas a seguir gritándole a mi mujer ¡Ni mucho menos le vas a poner un dedo encima!

Por fin dijo algo la pelinegra y con ganas, bajo la mirada furiosa de Tatiana

—. Tú no eres mi “segunda opción” ¡Tú para mí ni siquiera eres una opción! La única mujer que tiene y merece mi “diversión” y todo mi tiempo siempre será Verónica

Tatiana en un arrebato de furia pateó la entrepierna de Alberto y el castaño moreno se cubrió con ambas manos su parte y gritó de dolor y la soltó, Tatiana corrió hasta Ana y se detuvo un paso antes de que la cachetada voladora de Verónica la alcanzara

—. ¡Vete a la mierda Ana! ¡Hice todo por tí! ¡Ella se divorciará de tí y te quedarás sola! -patalea enojada- ¡Todas las veces que te acostaste conmigo no dijiste nada de tu “esposa”!

Tatiana escupió a la pelinegra y se fue llorando, Ana soltó a Verónica y se empezó a limpiar la cara con desesperación, que asco lo que le hizo aquella mujer

—. Ya.. -se queja- ya no vuelvo -de nuevo se queja- a meterme en sus broncas

Alberto seguía de rodillas en el suelo con el dolor de la patada de Tatiana apretando los ojos y recuperando el aliento, ana de inmediato con mucha pena se acercó a ayudarlo

—. ¡Después de esta escena de tu zorra, no quiero que pises mi casa! ¡Y no me dirijas la palabra Araujo!

Verónica grito en forma de advertencia con odio y se fue en busca de los niños, Ana no la detuvo sabía que todo se echó a perder y que Verónica no tenía que pasar por esa situación. Ese mentado karma odia cien porciento a Ana