CAPITULO 9
Acostada en mi habitación repasaba la plática que Ruth, María y yo habíamos tenido horas antes, la encontraba tan intrigante y excitante, una vida como la que ella había tenido era algo que jamás hubiera creído posible. En América las costumbres de la alta sociedad no te permitirían contar este tipo de historias a ninguna persona, si algo así le ha sucedido a alguien simplemente sería una historia secreta y prohibida. Esto era lo que amaba de la gente de Alba que eran tan transparentes, tan abiertos, no había secretos o al menos eso aparentaba la familia Barác.
Luca Barác, que hombre tan, tan, sí debía decirlo, atractivo.
Gire en mi cama y quede boca abajo con la cabeza hundida en mi almohada, como queriendo esconderme de mis pensamientos. Dos copas de vino habían sido suficientes para empezar a ver hombres atractivos, por favor Candy, contrólate, es el alcohol que te hace tener estos... pensamientos.
Volví a girarme para ver el techo de la alcoba, mis pensamientos estaban fijos en la señora Barác con un amor que nació de una imposición por parte de su padre, las gemelas con su llamado a servir a Dios, Katrina... que era muy joven aún, pero yo a su edad ya estaba con Terry... no otra vez Terry rondando por mis pensamientos justo ahora cuando creí que lograría pasar el día sin recordarlo... sacudí mi cabeza y volví a enfocarme en Katrina, esperaba que ella pudiera ver en mi a una amiga, sus silencios me parecían tan extraños. Por su parte los gemelos Raúl y Fabrizio tan atractivos y alegres, tenían en sus ojos esa picardía que solo los adolescentes tienen, estaba bastante segura de que las chicas suspiraban por ellos y el pequeño Pablo, era encantador, entendía por que todos lo sobreprotegían, su padre murió cuando el tenía apenas un par de meses de nacido. Debió ser un golpe muy duro para Ruth, que lo amaba tanto y para los chicos. Luca, Luca tomó su lugar como jefe de la familia con apenas dieciocho años, debió ser difícil para él tener la responsabilidad de toda la familia.
Candy, mia cara, este es mi hijo mayor Luca, llego hoy por la madrugada y me acompaño a dejar a las gemelas, Luca esta es Candice White. Candy nos visita desde América, es amiga de Layla.
Incantato- se acercó y besó mi mano, me sorprendió tanto que derrame mi vino sobre mi vestido.
Discúlpame, que torpe soy, si me disculpan- y me pare tan rápido que casi me tropiezo, los nervios y el alcohol no son una buena combinación.
Aún ahora en mi cama me sentía estúpida por esa reacción, debió pensar que era solo una chica tonta, ¡pero por favor! yo había a conocido a muchos chicos atractivos en mi vida, de hecho el amor de mi vida era lo más cercano a lo que yo consideraba perfección masculina. Anthony a pesar de que murió tan joven era guapísimo, si él hubiera vivido hoy sería un hombre muy apuesto, el mismo Archie tenía lindas facciones e impecables modales, por esa razón Annie lo amaba tanto desde el primer día que lo vió y jamás pensó ni miró a nadie más. Pero Luca me sorprendió, cuando lo vi parado en la puerta de la cocina, imaginaba que era guapo, claro todos en esa familia lo son, pero no esperaba ... eso. Era un hombre alto, muchísimo más que yo supuse, su piel era de un sutil bronceado que daba la impresión de estar siempre en la playa, su cabello era corto y algo despeinado y tenía una barba recién crecida que enmarcaba sus labios carnosos. Cuando camino hacia mi para besar mi mano pude notar que tenía un cuerpo muy atlético, usaba una camisa blanca con las mangas recogidas debajo de los codos y los botones desabrochados que dejaban ver parte de su pecho, usaba un pantalón color caqui. En el momento que besó mi mano alzo la mirada y nuestros ojos se encontraron, parecía que miraba el atardecer, eran cafés con destellos dorados, justo ahí derrame el vino, que oportuna, como siempre.
!Que diablos estaba pasando!, acaso la soledad me jugaba malas pasadas, yo estaba enamorada, sí enamorada de alguien inalcanzable, prohibido, pero enamorada y ahora estaba recordando cada detalle de mi vergonzosa primera impresión con Luca. Justificándome puedo decir que no soy ciega ni mentirosa así que no podía negar que era muy guapo como el resto de los Barác.

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inmensamente feliz
FanfictionCandy estaba segura que el amor de Terry era incondiconal, pero ¿lo era?. Los derechos de los personajes de la serie Candy Candy son de su autora Nagita Keiko.