La Despedida.

145 12 3
                                        

CAPÍTULO 14

Las mañanas en la finca Barác eran siempre hermosas, solo que esta tenía una nota de tristeza, hoy le diría adiós a esta hermosa familia, el momento había llegado, no podía retrasarlo más, debía volver a mi realidad y afrontar los demonios que en ella habitaban. Estaba tan agradecida por haber conocido a estas maravillosas personas, me llevaba en mi corazón sus sonrisas.

Mia cara, vuelve cuando tú corazón lo necesite, aquí siempre habrá una familia italiana esperándote- dijo Ruth abrazándome fuerte. María se unió al abrazo llorando.

Ruth, María muchas gracias por todas sus atenciones, pronto nos veremos en América, estoy segura que Albert ya le ha pedido a Layla que le haga el honor de ser su esposa, así que no es un adiós es un hasta pronto.

Los niños estaban formados para besarme y desearme un buen viaje, la última en la fila era Kat.

Candy, amiga, agradezco a Dios que te trajo hasta mí, nos veremos en America, quiero conocer el Hogar de Ponny-  me abrazo.

Claro que sí, estaremos felices de recibirte allá- volteé a ver a la familia- ¡de recibirlos a todos!

No veía a Luca en casa, me decepcionó mucho que no hubiera venido a despedirse, aunque sabia bien que él era un hombre muy ocupado y además me iba sabiendo que él estaba muy agradecido conmigo por mi intervención con Kat, aún así deseaba haber tenido la oportunidad de abrazarlo por última vez.

Los llevo en mi corazón- tomé mi valija y salí esperando ver a al señor Ricci en la puerta del automóvil que me llevaría a Genova.

Permíteme ayudarte con eso- dijo Luca tomando mi equipaje, le regale una enorme sonrisa, que él me devolvió como reflejo.

Luca pensé que no te vería para decirte adiós.

¿Adiós? no Candy esta aún no es nuestra despedida, voy a llevarte personalmente a Genova, debo asegurarme de que tomes el barco correcto, si no podrías terminar en solo Dios sabe dónde.- lo dijo totalmente en serio, mientras subía mi equipaje al automóvil para después abrirme la puerta, demostrando su caballerosidad.

De repente mi tristeza por abandonar a la familia Barác se vió disminuida - Adiós familia Barác nos veremos pronto- les grite desde el auto. El señor Ricci no nos acompaño en el viaje como imagine, éramos solo Luca, yo y el camino que nos esperaba por delante. Repentinamente unas lágrimas se me escaparon.

¿Qué pasa Candy?- me miraba de reojo.

Ya los extraño, han sido tan buenos conmigo, eres muy afortunado de tener esta vida, de vivir en este lugar...

Y de conocerte -agrego.

No supe que contestar a eso, ¿qué podía decirle? si realmente la afortunada era yo. Tanto estaba cambiando dentro de mí, había tanta confusión en mi cabeza y en mi corazón, quizás estaba confundiendo su cariño con algo más, tal vez estaba confundiendo mi admiración con algo más. Pero si tenía la certeza de que con él junto a mi ya no sentía este vacío dentro. Sentía que junto a él nada podía dañarme, tenía este aire protector que lo hacia diferente a los demás, me hacia sentir a salvo hasta de mí misma.

Llegamos a Genova demasiado pronto, lo que seguía era ir a comprar el boleto que me llevaría de vuelta a mi País, a mis amigos, al Hogar de Ponny y a una vida donde Terry y Lu estaban casados.

Candy ¿te gustaría quedarte un día más para recorrer un poco de Genova? Sé que no tuviste oportunidad de ver casi nada cuando llegaste. Podríamos, ¿si quieres?-  espero ansioso mi respuesta.

Yo vacilaba entre lo que debía hacer y lo que quería hacer, en ese momento recordé la promesa que me hice a misma en el pórtico cuando hablaba con Kat, no dejaría nunca más de hacer lo que anhelaba por hacer lo que debía, no mientras mis acciones me afectaran únicamente a mí.

Lo haré.

Compró un boleto de primera clase hacia América con fecha del día siguiente a primera hora.- El primer paso será hospedarnos- abrí los ojos tanto que sentí que se iban a salir de sus orbitas- tranquila Candy, serán dos habitaciones-  se rió de mí- yo soy un caballero.

Llegamos al Hotel Bristoll, era realmente muy bonito justo en el centro de Genova, Luca bajo del auto y se adelanto para abrir mi puerta, nuevamente, era un gesto muy amable de su parte, extendió su mano para ayudarme a bajar.

Candy- me dijo-¿vamos?

Pedimos nuestras habitaciones dejamos mi valija y salimos a disfrutar de Genova, esta vez yo si podía lucir mi vestido azul sin mangas, que tenía unos botones blancos y pequeños que comenzaban desde el escote en forma de corazón hasta llegar por debajo de la rodilla y zapatos beige con un poco de tacón, solté mi cabello por primera vez desde que llegue a Genova y deje que mis rizos quedaran libres, el llevaba puesto un pantalón chambray gris claro con una camisa azul cielo y zapatos náuticos color café, como era ya su sello la camisa recogida debajo de los codos y  con los tres primeros botones sin abrochar.

Salimos del hotel y nuevamente tomó mi mano, nos reíamos y platicábamos de todo y de nada, entramos a un restaurante a comer.

¿Luca? ¿qué es esto?- dije mirando el raro platillo que el mesero había puesto sobre la mesa.

Luca estalló en carcajadas- Candy, ¿no me digas que en América no hay pizza? Amore mio no has vivido hasta que no hayas probado esta delicia, cortó un pedazo, el queso se derretía sobre esa "tortilla" o "pan" , los champiñones olían delicioso, acercó su silla a la mía y me acercó la pizza – Vamos dale una mordida Amore mio, no te arrepentirás- wow era lo más delicioso que había probado en mi vida. Luca disfrutaba muchísimo del espectáculo.

Hay tanto que te falta por vivir Amore mio- de repente deje de ser Candy- no dejes que un corazón roto te lo impida nunca.

El día se estaba terminando, Luca me llevaba de la mano caminando y hablando por las calles de Genova, yo no tenía ni idea que tan lejos estábamos del Hotel, o si estaríamos perdidos, pero no me importaba, doblamos una calle y pude ver el mar, el sonido de las olas era algo que yo nunca había escuchado, Luca sintió mi entusiasmo y corrimos hacia la playa, él se detuvo antes de llegar a la orilla y yo metí mis pies en el agua sin ni siquiera pensar en que mis zapatos podrían arruinarse. El sol estaba poniéndose y empecé a llorar.

No quisiera irme nunca de aquí.

Genova estará siempre aquí esperándote, solo necesitas estar lista para ella.

Me quite mis zapatos y volvía a meter mis pies en el agua tibia, parecía una niña pequeña a la que su papá espera paciente a que termine de disfrutar.

Arruine mis zapatos, regresaré descalza- pensé que le daría vergüenza caminar conmigo así, pero sonrió, se quitó sus zapatos y caminamos descalzos de regreso al hotel.

Riposa amore mio (descansa amor mio)- dijo y beso mi frente.

Inmensamente felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora