CAPITULO 6
¿Mancare Candice?- dijo aquel chico cuando me detuve frente a él y me regalo una hermosa y gran sonrisa. Come é stato il tuo viaggo?- lo mire, con los ojos muy abiertos y me reproche no haber puesto atención en las clases de italiano del Real Colegio San Pablo. Creo que el chico se dio cuenta que no entendía una sola palabra de lo que me decía, así que volvió a sonreír, tomo mi equipaje y me hiso una señal con su mano para que lo siguiera hacia un automóvil.
Hacía un hermoso y caluroso día, en el puerto había demasiada gente, el bullicio de las personas felices al recibir a sus familiares y amigos era ensordecedor, así que no fue sencillo abrirse paso para llegar al automóvil, estuve a punto de perder al chico en un par de ocasiones, él tuvo que tomar mi mano para asegurarse de que lo siguiera.
¿Señorita Candy?- el chofer del automóvil me abrió la puerta sonriendo, noté enseguida su raro acento al hablarme en un idioma que yo pudiera entender.
Oh Gracias a Dios, habla español, si soy yo, gracias por venir a buscarme- le devolví la sonrisa y me subí en la parte trasera del automóvil. Pude notar enseguida lo diferente que era Genova, a todo lo que yo había imaginado, era una ciudad encantadora, encajonada entra las montañas y el mar, mientras el automóvil avanzaba sentía que estaba dentro de un laberinto de calles. Esta era una de las ciudades con mayor poder económico en toda Europa. De pronto me vi abrumada por tanta belleza, y agradecí en silencio a mi querido Albert por darme este regalo, y a la Hermana María por obligarme a aceptarlo.
El viaje duro, lo que me pareció un suspiro, de pronto nos vimos en una carretera a las afueras de la ciudad.
Disculpe Señor....
Ricci.
Señor Ricci, creo que no me presente apropiadamente, mi nombre es Candice White, pero todos me dicen Candy- sonreí y me devolvió la sonrisa por el retrovisor.
Incantato- debo aprender rápidamente este idioma, si no me las veré mal- encantado- repitió- no se preocupe, en la villa casi todos hablan español, no tendrá problemas para entender- dijo al notar mi preocupación- ¿quería usted preguntarme algo?
Ohhh, siii esta villa, ¿está muy lejos de aquí?- Albert me había advertido que me mantendría a salvo, y que la familia de Layla me recibiría en su casa, pero nunca me menciono una villa, y creo que yo estaba tan inmersa en mi dolor que tan poco quise indagar más, acerca de nada, así que solo me subí al barco, rumbo a una ciudad desconocida, a establecerme (por unos meses) con personas desconocidas y con un idioma, evidentemente, desconocido, a tratar de encontrarme a mi misma, saber si por siempre sería la pequeña y dulce Candy o sí esta experiencia me llevaría a descubrir a la mujer en la que estaba destinada a convertirme.
Será un viaje de poco más de dos horas señorita, estoy seguro de que la villa Barác le encantará, primero tenemos que llegar a Alba, la villa se encuentra en San Rocco Seno d'Elvio.
Barác- repetí- claro que sí, es obvio, como no lo deduje yo misma, yo soy amiga íntima de la señorita Layla Barác, ella y mi... bueno Albert son novios. Perdón señor Ricci, lo estoy distrayendo, ¿no es verdad?- era la primera vez que tenía una conversación real con otro ser humano, desde que me subí al barco y era familiarmente grato poder hacerlo, estar con una persona que no sabía nada de mí, no conocía mi pasado, ni el dolor que acechaba a mi corazón, alguien que no me miraba con compasión, y no iniciaba su conversación diciendo "oh Candy, cuanto lo siento"
De ninguna manera mancare Candice, puede preguntar lo que guste, estoy para servirle.
Llámeme, Candy por favor.
El paisaje de Alba era realmente hermoso, el sol estaba alto en cielo, se veía impresionante con el contraste del mar, que era de un azul turquesa, ni en mis sueños podía haber imaginado algo como lo que estaba viendo, ahora entendía porque Albert había elegido este lugar para mí, casi lograba distraerme de mi dolor, sí las personas eran como el amable señor Ricci, muy pronto estaría bien, podría disfrutar, lo haría, encontraría las ganas de vivir y regresaría fuerte para los niños del Hogar.

ESTÁS LEYENDO
inmensamente feliz
FanfictionCandy estaba segura que el amor de Terry era incondiconal, pero ¿lo era?. Los derechos de los personajes de la serie Candy Candy son de su autora Nagita Keiko.