CAPITULO 19
Algo se despertaba dentro de mí estando en los brazos de Luca, sus besos y la forma en que acariciaba mi espalda mientras lo hacía, hacían que me sintiera extrañamente inquieta, era una lucha interna entre mis deseos de que no se detuviera y mi buen juicio que me decía que debía parar.
La orquesta contratada comenzaba a tocar el tema "nearer, my Good, to thee" y los novios se levantaron para lo que seria su primer baile. Albert tomo a Layla de la cintura y la acercó mucho a su cuerpo, nunca lo había visto comportarse de esa manera, tan apasionado, Layla puso los brazos alredor de su cuello y se besaron durante casi todo el baile. Los invitados aplaudían cada tanto. La canción termino y comenzó otra.
¿Me harías el honor de bailar conmigo Amore mio?- se levanto Luca de la mesa ofreciéndome su mano. La tomé enseguida y nos dirigimos hacia la pista, en todo momento pude sentir la mirada de Terry sobre nosotros, desaprobando, juzgando, odiando.
Pero yo estaba ya en otro mundo, en otro lugar donde solo estábamos Luca y yo, todos desaparecieron en el momento en el que me apretó contra su cuerpo, siguiendo el ritmo de la música, era un excelente bailarín, yo inhalaba el olor que su saco desprendía como si fuera una droga, y él tenia su nariz hundida entre mis rizos, de un momento a otro me hiso girar como se hacia en las obras de teatro y me beso, en medio de la pista, dándole a saber a todos, que lo nuestro no era una simple y bonita amistad.
Debí apartarlo, pero no lo hice, no quería hacerlo, y ya no me importaba lo que los demás pudieran pensar de mí.
Al terminar la fiesta nos colocamos en la puerta junto con Albert y Layla para despedir y agradecer a los invitados.
Eliza, Neal y sus padres fueron los primeros en irse, yo ni siquiera había notado su presencia, la señora Leagan me miro como si fuera una apestada y ni siquiera se detuvo a ser presentada, en cambio el señor Leagan, me saludo con cariño, saludo como todo un caballero a Luca y les dio sus mejores deseos a Albert y Layla.
Buenas tardes Candy, Señor Barác, soy Neal Leagan, encantado- siguió su camino hacia Albert diciéndole que tenían que hablar de negocios cuando le fuera posible e hiso una leve reverencia a Layla.
Candy, no te conocía estas amistades- dijo Eliza coqueteando con Luca, quien la miraba divertido- pero que rápido te olvidas de los hombres, debes darme consejos ehh- soltó el veneno que pudo en tan poco tiempo, sin embargo, Luca parecía divertirse con la situación.
Claro Eliza cuando quieras puedo aconsejarte, aunque no creo que te sirva de mucho, dudo que algún día puedas tener a alguien como Luca- me miro como si quisiera matarme y se fue sin decirle adiós a Albet ni a Layla.
Candice, no tuve la oportunidad de saludarte durante la fiesta- se acercaba a besarme en la mejilla Lu, con Terry a su lado.
Lu discúlpame por favor, espero que hayan disfrutado de la fiesta- el ambiente entre Terry y Luca era tan tenso que se podría cortar con un cuchillo- por favor déjenme presentarles al Señor Luca Barác, él es el hermano mayor de Layla.
Encantada- dijo Lu ofreciéndole su mano, la cual Luca besó como era su costumbre.
Ellos son Los Grandchester, Lu y Terrence- jamás lo había llamado Terrence.
Se saludaron como caballeros, pero había una frialdad en los ojos de cada uno, retándose y midiéndose entre ellos, Luca puso su brazo alredor de mi cintura, tal y como hace meses Terry lo había hecho con Lu cuando Eliza lo saludo, y se giro levemente hacia mí, dando por terminada la presentación.
Siguieron su camino hacia los novios, se sonrieron entre ellos y Terry le agradeció a Albert la invitación -Debemos hablar Albert, pronto, por favor en cuanto termine tu luna de miel búscame- tomo a Lu del brazo y salieron.
Candy querida, debemos reunirnos en casa, trae a Luca nos encantara recibirlos- dijo Annie quien se veía evidente mente cansada, pero el embarazo le sentaba muy bien, llevaba puesto un vestido color rosa pastel ceñido al pecho y suelto hasta los tobillos y zapatos bajos.- nos encantara recibirlos- añadió Archie. Abrazaron a los novios y se fueron.
Parecía interminable la fila de invitados para despedirse y conocer al señor Barác, quien sabían era la cabeza de la familia, heredero y dueño de un gran viñedo y diversos negocios de exportación de vinos, así que todos los señores estaban interesados en presentarse y concretar citas para posibles negocios. Luca se mantuvo siempre amable y cortes con las personas que él consideraba eran importantes para Albert.
Todos se retiraron a sus habitaciones, Albert pidió no ser molestado para nada, si ellos necesitaban algo lo pedirían, mientras tanto toda la servidumbre tenía prohibido si quiera pasar por el piso en donde ellos se encontrarían.
Luca ¿estas cansado? ¿quieres ir a recostarte un rato?- le pregunte, me miro fascinado, estaba acostumbrado a ser él quien se preocupaba por los démas se notaba.
Amore mio eso debería preguntarte yo a ti ¿tus pies deben estarte matando?- señalo mis zapatillas que eran realmente altas.
Un poco, la verdad es que he querido quitármelas desde que empezaron a despedirse los invitados- me movía poniendo mi peso en un pie y luego en otro.
Entonces debemos hacer algo al respecto- me cargo en sus brazos como si fuera un príncipe llevando a su princesa y subimos las escaleras hasta su cuarto.
Yo sabía que no estaba bien, que no era bien visto que una "dama" entrara en la habitación de un hombre mayor, aunque fuera soltero, pero bueno creo que ya había dejado claro que no era una dama, así que, que mas daba, con lo que paso en la pista de baile ya había dejado claro que lo que la gente pensara no me importaba más.
Entramos y me coloco en su cama, se arrodillo y me quito los zapatos, yo estaba muy nerviosa, apenas hace unos momentos nos habíamos besado, y ahora ya estaba en su cama sin zapatos, él se acerco a mí notando mi nerviosismo -Amore mio tranquila, no pasara nada que tú no quieras que pase- y se recostó junto a mí. Nos quedamos en silencio un rato mirándonos, tratando de memorizarnos el uno al otro, Luca era realmente hermoso, pero lo que más me gustaba de él eran sus ojos, tan llenos de vida, tan llenos de luz, en ellos había esa pasión y deseo que nunca había experimentado. Me miraba, solo eso, sus manos aun no rozaban mi piel y yo ya sentía una electricidad que recorría todo mi cuerpo.
Luca, no se que debo hacer, nunca antes había vivido esto, siento...- me sonroje y baje la mirada.
Nunca debes sentirte avergonzada a mi lado Amore mio, sabes lo perfecta que eres, eres hermosa Candy- se acercó y volvió a besarme, poniendo sus manos en mi espalda, sus dedos subían y bajaban por ella. Y yo no deseaba que se detuviera nunca. Se alejo un poco- debo detenerme ahora Candy- sonrió, su respiración era agitada como la mía.
Luca .. no quiero que te detengas- le dije apenada.
Ni yo quiero hacerlo, pero debemos parar ahora- me abrazo fuerte oliendo mi cabello, en mi cabeza los pensamientos iban a mil por hora, pensando en todo lo que estaba sucediendo y a donde me llevaría esto, evidentemente él era mucho mas fuerte que yo y supo detenerse y detenerme a tiempo. Pero yo me sentía más viva que nuca. Debía aceptar que desde el primer día que lo ví en la cocina de la finca Barác, me había sentido atraída a él, que nuestros primeros encuentros me habían ido despertando poco a poco de la pesadilla que era mi vida, que nuestro día en Genova y las cartas constantes eran lo que me habían mantenido con vida en estos meses, pero lo de hoy, lo de hoy me había hecho renacer, renacer de entre las cenizas en que me convirtió Terry. Pude entender a Ruth.
Me dí cuenta en ese momento que no quería volver a besar a nadie más que no fuera Luca Barác.
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inmensamente feliz
FanfictionCandy estaba segura que el amor de Terry era incondiconal, pero ¿lo era?. Los derechos de los personajes de la serie Candy Candy son de su autora Nagita Keiko.