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Como ya se les había hecho costumbre, estaban en la noche al lado del río mientras hacían otras cosas, en esa ocasión Shen estaba sacando rocas del agua juntando las que le parecían más curiosas, solo que de vez en cuando se las pasaba al lobo para que le confirmara el color o alguno que otro detalle.

—Ten, ¿esta es más verde que azul?

—Es más azul que verde — Le devolvió la roca a Shen que solo asintió — ¿Le puedo preguntar una cosa?

—Me la acabas de preguntar.

—...Bueno, ¿puedo preguntarle dos cosas?

—También lo acabas de hacer — Sonrió sin voltear a verlo.

—Usted me entiende.

—Sí, pero no me gustan tus preguntas, parece que te gusta ponerme incómodo.

—No es eso, solo me da curiosidad, es algo simple ¿puedo preguntar?

Shen suspiró y asintió al final dejando de buscar en el agua y solo se dispuso a sentarse frente al lobo.

—Estoy algo de humor, te dejaré preguntarme cosas hoy — Sonrió alzado, aunque era reservado en serio le gustaba cuando hablaban de él.

—¿En serio? vaya, bueno, lo primero que quería preguntarle es sobre las rocas ¿por qué me las está pasando como si fuera un inspector de calidad? — Soltó una pequeña risa, no estaba irritado, solo le parecía curioso.

—Qué pésima pregunta, pero la responderé. No veo bien, es todo. Además ya está muy oscuro y no distingo bien las cosas.

—¿No ve bien? debería conseguir unos lentes en ese caso, yo le podría conseguir unos si quiere.

—No es que no tenga, solo no los uso, no me gustan porque me hacen ver... defectuoso. Además no tengo un problema de vista normal, mis pupilas son raras ¿ves? — Gateó hasta llegar al lobo, juntó un poco sus rostros haciendo contacto visual — Mis ojos no se mantienen muy quietos.

El bandido se encogió un poco por la cercanía con Shen, se notaba que estaba de humor, no solía acercarse así, incluso le dió algo de vergüenza verlo a los ojos como le estaban indicando.

—Oh, sí, lo veo...

—Ni siquiera estás volteando a verlos — Con una mano le presionó el cuello y con la otra le tomó del mentón para que lo voltearan a ver. No le quedó de otra más que mantener el contacto visual con el pavo real, asintió sonriendo de manera falsa, no porque le desagradara, si no porque era raro y de cierto modo quería que Shen respetara un poco su espacio personal.

—¿Ya los viste? tengo los ojos muy bonitos ¿verdad? — Se acercó más, pero antes de que el lector se imagine ideas de una escena romántica debe saber que más que eso era una escena muy rara, parecía que Shen trataba de pegar sus pupilas agitadas en las del lobo.

—¿Usted no convive mucho verdad? — Se rió de nuevo pero con incomodidad poniendo su mano con suavidad sobre la del contrario tratando de hacer que dejara de presionar.

—¿Qué? — Por fin se alejó confundido por la pregunta.

—No, nada ¿Qué tal si le pregunto otra cosa? — Se sobó el cuello tratando de desviar la conversación.

—Está bien, preguntame lo que quieras — Esta vez se sentó a un lado del bandido.

El lobo se puso a pensar en qué podría preguntar, pensaba iniciar con cosas sencillas para ir escalando. Empezó preguntando sobre sus gustos con la ropa, si le gustaría tener hermanos o qué le gustaba comer. De ahí, fue a preguntas más serias como sus planes a futuro, qué llegaría a hacer si ya fuera el gobernante de Gongmen, etc. Con estas y más preguntas el lobo se dió cuenta de varios aspectos, el primero era que Shen estaba muy traumado con eso de verse débil, era una persona solitaria aunque a veces se sentía demasiado solo y que solamente había tenido relaciones afectuosa con sus padres, la adivina y de cierta manera, con él. Le parecía muy raro y hasta preocupante que Shen nunca hubiera tenido una amistad o una pareja, ya tenía 18 años, a punto de cumplir los 19 y no había vivido nada de eso.

❉TRES CUCHILLAS❉ Lord Shen x Wolf boss❉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora