❉TRES CUCHILLAS❉ Lord Shen x Wolf boss❉

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Era difícil explicar el cómo llegaron ahí, tanto que no tendría sentido razonarlo. Solo estaban en su cama haciendo lo mismo que estaban haciendo en el trono de su padre. No eran más que besos descoordinados por la falta de experiencia de Shen, pero a pesar de eso no hubo problema para continuar. Al lobo poco le importaba que el pavo real fuera muy primerizo, de todos modos sabía que con práctica les saldría mejor. Y lo que más entorpecía los movimientos de sus labios era el mismo nerviosismo, a veces se separaba del bandido tapándose la cara con discreción usando su cabello, pero aún así el lobo era paciente y seguía cuando el pavo real estaba listo para volver a pegarse a su rostro.

La razón por la que se daba varias pausas era un intento de calmar su cuerpo que por algunas caricias se emocionaba un poco y para eso no estaba listo. Le gustaba y a la vez no, ya sentía su mente muy perdida pero no quería dejarse ir, por eso solo permitió que le pasaran las manos por el pelo y la cara. Cuando el lobo las ponía en su pecho o piernas al instante le agarraba el cuello para separarlo, aunque parecía molesto por hacer eso varias veces se dio cuenta que le parecía algo atractivo tomarlo de esa parte, a pesar de que el bandido estaba encima de él sentía que podía someterlo con apretar su cuello.

Había dejado pasar un gran rato pero fue parando cuando ya lo había rodeado con las piernas. Puso la mano sobre el pecho del lobo y respiró profundo.

—Ya fue demasiado. Y agradece que te dejé hacer esto porque nunca lo había hecho. Agh, no puedo creer que te regalara los labios a ti — Abrió ambas piernas para soltarse en su totalidad, solo dejó todas sus extremidades estirarse por su cama mientras él seguía encima.

—Sigo sin entender ¿Por qué se apena tanto? No hay nadie aquí.

—A este punto la vergüenza no es mi mayor miedo, es el hecho de que estoy dejando que alguien tan vulgar como lo eres tú me haga esto...no debí dejar que entraras.

—¿En serio creé que mancho tanto su imagen?

—Pfft, por favor, mírame a mí y mírate a ti. Es como arrojarle joyas al lodo — La mirada del lobo decayó y él no hizo más que girar la cabeza para no verle más — Odio pensar que todos los demás me ganaron en besar, pero al mismo tiempo eso me hacía sentir...especial, no soy cualquiera como para besar a quien sea con la misma edad de todos — Volteo a verlo lleno de seriedad — Me quitaste eso ¿Lo sabes? Ya no soy alguien pulcro, soy igual de obsceno como los demás.

—Para mí siempre será especial — Pasó los dedos por la mala costura que habían hecho antes en la ropa del pavo real.

—Me da igual lo que tú pienses — Suspiró molesto pero se dejó tocar ahí aunque le causaba algo de cosquillas, de todos modos solo eran sus costillas.

El lobo dejó de estar encima para solo ponerse a un lado de Shen como abrazándolo, no paraba de recalcar la costura con la mano sintiendo varios hilos escaparse de poco a poco y que iba jalando provocando que la ruptura volviera. Con la tela rota le fue posible introducir los dedos y sentir su piel, parecían no detenerlo mucho pues Shen solo le colocó la mano sobre el brazo sin presionar. Le daba caricias de manera circular y pegándose más a su cuerpo metió más la mano tratando de tocar su pecho y posterior a eso solo se escuchó la ropa rasgarse más. Quitó el brazo al instante cuando lo pellizcaron.

—¡Por eso no te trato como alguien normal! tu estupidez rebasa los límites de lo natural como para considerarte un ser pensante — Se quitó la ropa que cubría su torso y examinó el daño, quizás aún podría repararse pero él ya no lo iba a hacer. La tiró a un lado de la cama viendo un poco su cuarto — Antes de irte vas a recoger todo esto, creo que nunca había tenido mi cuarto tan sucio.

—Como usted mande — Se apresuró a abrazarlo otra vez restregando la cara en su pecho.

—¿Sabes? tu barba mal cortada me está lastimando la piel.