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Cuando el pavo real salió del río ya estando limpio comenzó a cambiarse a un lado del bandido mientras este se tapaba los ojos, había pensado en irse de inmediato pero solo se dispuso a acomodarse, estaba muy callado hasta que el contrario se puso a hablar, se notaban sus esfuerzos por formular una conversación casual pero con la que se pudieran acercar más, solo que Shen desviaba las preguntas más íntimas como su relación con sus padres, su estado de salud, planes a futuro, etcétera.

—La verdad no, nunca he usado una espada para luchar, no me parece tan necesario tener armas.

Era raro lo tranquilo que estaba todo, Shen aún tenía el cabello mojado y estaba recostado en el suelo donde había más pasto apoyando la cabeza en sus brazos mientras escuchaba todo lo que le contaba el lobo.

—¿Pero qué tal si te atacan? me sorprende que sigas vivo.

—Bueno, cuando salimos a saquear casi no hay nadie muy fuerte que se pueda defender en serio, somos cuidadosos eligiendo con quién luchar. Y si es necesario hacerlo, pues agarramos cualquier cosa a nuestro alcance. Además las armas son un gasto extra, robarlas es más complicado...¿Usted sabe usar armas?

—Sí, aunque solo cuchillas y la espada — Suspiró un poco cerrando sus ojos, no podía saber qué hora era pero ya estaba sintiendo sueño.

—Vaya, debe ser increíble saber de todo eso, supongo que es un gran luchador.

A Shen se le revolvió el estómago y abrió los ojos de nuevo por ese comentario, observó el anillo que ahora era suyo y dudó si responder, no quería abrirse mucho con ese tipo del cual ni su nombre conocía.

—¿Todo bien?

—Creo que debería irme a casa ya, todavía tengo qué escalar de algún modo.

—¿Acaso se escapó de ahí?

—Sí, por tu culpa no me quieren dejar salir, un guardia insiste en que te vio conmigo y ahora mis papás están paranoicos, es muy estresante — Se levantó y comenzó a caminar escuchando que el lobo lo siguió pero no dijo nada.

—¿Sabe? soy un experto saltando murallas, siempre traigo mi cuerda a la mano, podría servirle.

—Como sea, solo quiero irme a dormir.

Volvieron a caminar, era raro que Shen estuviera tan calmado, la razón era vergonzosa para él por lo que trataba de no demostrar nada, pero necesitaba alguien con quién hablar o solo pasar el rato en silencio, no tenía a nadie además de sus padres y la vieja adivina en ocasiones y a ellos no se atrevía a contarles nada sobre sus pensamientos más profundos, pero con ese lobo era algo diferente, era alguien tan amable con él, dispuesto a cualquier cosa para agradarle incluso sentía que podía decirle que quería matar a alguien y ese perro le ofrecería una mano. Pero aún no tenía la confianza suficiente para hablar más, todavía tenía esa sensación de ser tan atendido por nada más que beneficios personales, era muy pronto para que fueran amigos, ni siquiera llegaban a ser compañeros, pero ese bandido había logrado algo en esos tres días de haber hablado con Shen, logró hacerlo sentirse más libre.

Llegaron al pueblo, se sentía como regresar esos once días atrás donde las luces los iluminaban poco a poco, pues de nuevo el lobo miró la cara de Shen con discreción y luego la regresó hacia el frente.

—¿Sabe? Hace un rato usted se asemejaba mucho a su madre, por el maquillaje, no había notado mucho eso de usted, a pesar de que se parece mucho a su padre heredó bastante bien la característica...ya sabe, de su madre.

—No te entiendo perro, de mi madre solo tengo la forma de sus ojos y quizás sus labios.

—Bueno, las manos también...y el cabello, su madre lo tiene casi tan largo como usted, pero el suyo parece una cascada — Sonrió haciendo que Shen lo volteara a ver con una ceja levantada.

❉TRES CUCHILLAS❉ Lord Shen x Wolf boss❉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora