❉TRES CUCHILLAS❉ Lord Shen x Wolf boss❉

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Ya había tomado la decisión de regresar pero no parecía convencido en ejecutarla, pues iba tan lento que se notaba que estaba esperando a que pasara algo o llegara alguien, incluso volteaba una que otra vez. Y como una simple excusa para sí mismo solo pensó que sería algo vergonzoso regresar a la ciudad después de andar tan apurado por salir de ella, como si realmente le importara lo que la gente de "bajo nivel" pensara de él. A pesar de esa incongruencia con su propia persona se escudo con ello y se dispuso a reposar bajo la sombra de un árbol cercano al río, eso sí, estando a pocos metros de la choza.

No hubo ni una pequeña señal de vida en varios minutos y su paz actuada ya estaba disipándose, a pesar de eso no se atrevía a acercarse y preguntar por el bandido, prefirió tomar varias rocas de un tamaño favorable para lanzarlas al agua con fuerza y llamar la atención de quien sea que estuviera ahí. Repitió esa acción unas cuatro veces hasta que escuchó pasos cerca, fingió no escuchar y lanzó una quinta roca pero con menos fuerza que las anteriores. Con el rabillo del ojo pudo ver una silueta saliendo de los árboles, volteó a ver discretamente y se dió cuenta, no era una, eran dos siluetas que pertenecían a dos lobos, entre ellos y Shen se miraron en silencio, no alcanzó a escuchar qué decían pero entre los dos bandidos se susurraron. Para su sorpresa ambos trataron de inclinarse como simulando una reverencia, aunque se veían poco seguros de ese gesto.

—Está usted aquí porque busca a uno de los nuestros ¿cierto?

—¿Yo? Yo estoy aquí porque se me dió la gana — Alzó la cara con indignación.

—Es tan creído como me lo imaginé — Susurró muy bajo para su compañero aprovechando que tenían un buen oído.

—¿Dijiste algo? — Shen solo miró sus labios moverse sin entender qué palabras pronunció.

—Oh no, solo decíamos que...pensamos que estaba aquí por él, pero ya vemos que no es así. Una disculpa — Volvieron a hacer una reverencia y le dieron la espalda para volver a la choza.

—...¿Él está ahí?

Ambos lobos se detuvieron y voltearon a verlo, uno de ellos asintió y el otro dió más detalles.

—Está algo dormido, pero si se trata de usted estamos seguros de que se va a levantar como si nada. ¿Necesita que le hablemos?

El pavo real blanco se quedó en silencio poniendo los ojos fijos al suelo, como si estuviera tomando una decisión muy complicada, pero sabía lo que quería, sólo desconfiaba de pedirlo con palabras simples, pues su ego le demandaba no verse tan interesado en ver al bandido. Pronto se dió cuenta de que la única alternativa que le quedaba era cubrir su impaciencia con una actitud apática. Así se levantó del suelo con calma, acomodó su cabello y se acercó a los lobos con la cara en alto pero una expresión tranquila, incluso parecía tener una pequeña sonrisa de confianza.

—Bueno, ayer en la noche él quería hablar conmigo, pero yo ya estaba muy cansado y preferí no ir. No me digan que se quedó esperando toda la madrugada por mí — Inconscientemente volvió a hacer gestos de arrogancia, como si se sintiera orgulloso de, por así decirlo, tener al lobo casi a su total disposición o por qué no, tenerlo casi a sus pies.

Entre ambos lobos se vieron, la realidad era que sí, su compañero se había quedado a altas horas de la noche despierto aunque era evidente que Shen no se iba a presentar, pero aún así no querían decir la verdad para no alzar más el ego del pavo real y para cuidar un poco la dignidad de su amigo aunque claro, ya le habían dicho que era un estúpido por preocuparse tanto por alguien como Shen.

—Oh no, no se preocupe mucho, él solo estuvo fuera por unos diez minutos, solo se durmió hasta tarde porque quería terminar unos pendientes en nuestra casa. Así que no se sienta tan mal, él estaba ocupado en otras cosas importantes.