❉TRES CUCHILLAS❉ Lord Shen x Wolf boss❉

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Desde que tenía conciencia hasta sus doce años estuvo practicando las técnicas de lucha necesarias para ser un gran maestro como su padre o como otros guerreros que Shen miraba de vez en cuando en la ciudad, pero en todos esos años nunca logró derrotar a ningún otro niño. Comenzó a odiar el Kung fu he incluso a odiarse un poco por ser tan frágil, era desilusionante ver que incluso el golpe más pequeño dejaba marcas en su piel, cualquier rasguño lo hacía sangrar y cualquier rival lo hacía caer al suelo con dolor.

A sus trece años decidió detenerse por un tiempo y entrenar en solitario, quería dejar de sentirse humillado pues su imagen intimidante por sus ojos y expresiones siempre quedaba en segundo plano cuando lo vencían. Entrenó por cinco años donde empezaba a encontrar sus virtudes y debilidades, trataba de incluir su propia cola en los ataques y se dio cuenta que su elemento más fuerte eran sus piernas, con ellas logró lo que sus brazos nunca pudieron. Los entrenaba por igual aun así por consejo de su padre, él decía que se debía tener balance en todos los aspectos de la vida o sus mismos brazos lo traicionarían.  Al fin estaba sintiéndose suficientemente fuerte como para ganar un combate de kung fu. Estaba tan seguro de ganar que le insistió a su padre que le consiguiera un rival fuerte, Zhong Ren a ese punto estaba preocupado por la obsesión de su hijo y la grandeza, quería que se tomara el entrenamiento con más calma y no que se la pasara rompiendo cosas como si les tuviera odio, Shen aun necesitaba un entrenamiento mental. El joven pavorreal le pidió a gritos un gran rival a su padre o él mismo lo conseguiría. Zhong, con miedo de que su hijo se metiera con alguien peligroso contrató a un peleador sin tanta fuerza, quería asegurarse de que Shen ganara para que se le pasara esa locura por su sentimiento de inferioridad. Incluso había considerado la idea de pagarle para que se dejara ganar, pero se le hacía algo deshonesto, confiaba en que su hijo lograría vencerlo.

Así la pelea fue planeada en privado, si Shen fallaba no quería que se sintiera humillado ante un publico de personas. En realidad no le gustaba pensar que tendría qué mentirle a su hijo, pero sabía que lo hacía por un bien mayor. Días antes de la pelea Zhong Ren quiso hablar con su hijo por consejo de su propia esposa. Miró a Shen en el jardín usando una espada que él mismo le había heredado. 

– Shen, ¿te interrumpo hijo? – Se le acerco cuidadosamente – Veo que has mejorado mucho con esa espada.

– ¿Lo conseguiste? 

– ¿Qué? ¿conseguir qué? – El pavorreal jugueteó con las mangas de su ropa.

–  Sabes a qué me refiero, ya estoy listo. Le demostraré a todos que no soy tan frágil como creen. Pero si tú no me consigues a ningún guerrero dispuesto a luchar yo lo haré por ti – Siguió usando la espada sin voltear a ver a su padre. 

Zhong Ren suspiró para luego asentir.

–Sí...lo conseguí 

En ese momento Shen se detuvo con la espada y volteó a ver a su padre sonriendo. 

– ¿En serio? ¿Un guerrero tan fuerte como te lo pedí?

– Su nombre es Hanchao...uno de los guerreros más fuertes de toda China – Sintió un ligero nudo en la garganta, pues ese tal Hancho no era más que un aprendiz.

– ¿Hanchao? nunca había escuchado ese nombre en mi vida. Espero que esté al nivel de...no sé, ese Tai Lung del que muchos hablaban. 

– ¿Tai Lung? ¿no te parece que alguien de ese nivel es demasiado? solo he escuchado rumores de él pero

–¿Dudas de mi? – Interrumpió a su padre y volteó a verlo frunciendo el ceño – ¡Tú me has visto practicar, llevo años mejorando! ¡¿crees que sigo siendo tan débil como antes?! Hasta diría que soy mejor que tú con la espada, qué bueno que me la heredaste tan rápido, solo estabas desperdiciando su filo – Volteó a ver la espada tocándola un poco con sus dedos.