El movimiento de los labios de ambos era uno suave, sin ser bruscos, pero apasionados totalmente.
Por primera vez Jhonny se había permitido besar los labios de Simon sin ser juzgado y sin sentir miedo. Y éso realmente para él se sentía genial. Estupendo.Y para Simon estaba siendo un sueño hecho realidad el por fin besar a Jhonny como tanto había querido. Nunca había querido presionarlo y espero pacientemente por éste momento. Simplemente maravilloso.
Llevó una mano hacia la nuca del hombre de ojos azules, haciendo aquello para que no se separe del beso. A su vez ladeó su cabeza levemente hacia un lado y así darle un mejor acceso a su boca al ahora permitir el suave roce de sus lenguas.
La textura suave de los labios de Jhonny lo estaba enloqueciendo al punto de considerar hacerse adicto a besarlo. Se sentía tan bien como tocar la miel, y tan suave como el pétalo de una hermosa rosa. Sentía que con ése beso estaba dejando más que claro sus sentimientos hacia él.
Jhonny se mantuvo aferrado a su cuerpo, apegándose más a Simon al sentir la necesidad de continuar con el beso. Sentía como sus lenguas se rozaban entre ellas, creando un suave baile. Se sentía cómodo a su lado, y sentía como su corazón latía algo rápido, además de sentir sus mejillas arder ante tal momento hermoso entre ambos...
Por falta de aire es que tuvieron que finalizar el beso, teniendo a Jhonny MacTavish no sólo mordiendo el labio inferior de Simon, si no también estirando suavemente el mismo, abriendo sus ojos a la misma vez que él.
Tras soltar su labio es que sonrió ampliamente, al igual que su contrario, sintiéndose ambos en un nube. Flotando por el cielo y éso que había sido un beso nada más.
¿Qué debían de hacer ahora?...Con cuidado Jhonny se sentó en donde había estado antes, observando a Simon sentarse justamente en el asiento frente al suyo.
Por un pequeño momento hubo silencio, pero no era un silencio incómodo, más bien era uno donde había tranquilidad entre ambos...— Y... ¿Cómo te sientes, MacTavish?. — Simon rompió el pequeño silencio entre ambos, acercando más su asiento hacia donde estaba Jhonny. En todo momento sonrió, sintiéndose demasiado feliz. También Jhonny estaba sonriente y feliz.
— Hmh, supongo que bien. Aun qué estaría mejor si no me dices así, “MacTavish”...
— ¿Entonces?. ¿Cómo te gustaría que te diga?. ¿Señor Riley?.
— No... Mejor dime Jhonny. Creo que besarnos fue un razón más que suficiente para que nos volvamos más cercanos. Y creo que ahora hay la suficiente confianza como para que nos llamemos sólo por nuestros nombres. ¿No?. — Con cuidado tomó una de las macetas de rosas, oliendo las mismas, intentando ya no estar sonrojado, aunque en ése momento era imposible.
— ¡En éso tienes razón!. — Juntos soltaron una pequeña risa. — ¡Entiendo así te diré, Jhonny!. — Tras escuchar que en voz baja le agradecía, es que pensó en qué podían hacer ahora... — ¿Por qué no me acompañas a la mansión de los establos?. Iré a echar un vistazo a la renovación, además, tengo algo para ti. ¿Qué dices?. ¿Vienes conmigo?.
— ¡Claro que sí, Simon!. ¡Vayamos juntos a la mansión!.
Feliz, se levantó de su lugar, al igual que Simon.
El mismo se ofreció su brazo para que se sujete de ahí, cosa que sucedió. Y juntos es que se fueron del invernadero, yendo directamente hacia la mansión de los establos.Tras saludar a los trabajadores y tener el permiso para ver cómo iba quedando la renovación, es que juntos se adentraron al terreno, notando que habían muchísimas cosas nuevas en aquel lugar.
Le tamaño de la pequeña mansión seguía siendo el mismo, pero la sala ahora un poco más grande.