XXVII.

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Schloss Burg, 3:33 pm

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Schloss Burg, 3:33 pm

Demetrius observó el cambio de actitud de su hermano pequeño, había llegado con el rostro consternado e inquieto, inseguro de la situación, hasta que la ira alcanzó sus ojos al ver a Anya en la silla, con las lágrimas corriendo por sus mejillas.

Y aún así él había tomado la ventaja, golpeándolo y cortando la respiración de su garganta. Fue en ese momento que su actitud cambió, cuando escuchó la voz del otro del auricular, que la determinación, madurez y voluntad se hizo evidente.

"Agente Moonlight ¿me escucha?"

Debía ser una maldita broma, una manera de desviar su atención y que su objetivo se perdiera, porque no había forma de que su hermano, Damian el incapaz, se hubiera unido al enemigo.

—¿Es esto una broma para comprar un poco de tiempo? —El enojo se hizo presente en su rostro. —¿Aún me queda uno? No me hagas reír Damian, tú no eres capaz de hacer nada.

Damian caminó hacia él sin detenerse y Demetrius se quedó quieto hasta que su pequeño hermano lo encaró, lo suficiente cerca para que el mayor se diera cuenta de que lo había alcanzado en estatura.

—¿O acaso te niegas a aceptarlo porque no lo sospechaste? —Damian inclinó la cabeza con un gesto sarcástico.

Estaba burlándose de su sentido de perfección y como él había ido tres pasos adelante de cualquiera de los planes de WISE y movía las piezas a su antojo, a las personas conforme a sus intereses. Esa siempre había sido su vida, el control absoluto.

Demetrius soltó una risa de burla ante el valor de su hermano.

—¿Sospecharlo? Tanto tú como yo sabemos que tú no tienes madera para esto. —Lo miró con superioridad. —¿O acaso lo has olvidado?

Pertenecer a la familia Desmond involucraba una gran responsabilidad a nivel social, debías destacar, alcanzar la cima en cada estrato posible, debías ser el mejor y no estaba permitido ni una especie de error. Demetrius había cumplido los estándares imposibles de su padre al pie de la letra, todo esto con rapidez.

Los movimientos del Partido de Unión Nacional y la organización, Sværd, que se derivaba y cumplía con los objetivos del Partido, desde secuestros, asesinatos a sus oponentes o la erradicación de su enemigo directo, WISE. Eran la carta oculta que aseguraba el éxito del Partido, los que hacían el trabajo sucio. Eso era algo con lo que, siendo un Desmond, debías lidiar y aceptar la responsabilidad.

Demetrius había aceptado ese futuro con los brazos abiertos... pero por desgracia no era único hijo. Y con el paso de los años y ante el crecimiento de Damian, se hizo una realidad su incorporación. Porque Donovan necesitaba hijos que fueran de utilidad para sus planes, cosas que pudiera mover a su antojo y que se ganaran el apellido Desmond.

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