XXV.

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N/A: Presten atención a la hora.

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Residencia Desmond, 1:30 pm

El silencio en la sala es absoluto cuando la luz vuelve, todos se habían quedado quietos en su lugar como si no se creyeran lo que había sucedido.

—¿Qué diablos ha sido eso? —Mencionó uno de los hombres.

Anya observó cómo comenzaron a hablar entre ellos, frustrados por la sucesión de hechos y como la derrota se había alzado sobre el Partido de Unión Nacional. Anya sabía que ese era su momento de salir, aunque ella debió irse antes, de acuerdo a su plan, pero las cosas no estaban saliendo como deberían. En ese momento se dio cuenta de que solo estaban Melinda y Demetrius ¿a donde se había ido Donovan? Fue consciente de la mano de Demetrius sobre su cintura, pero Anya intentó soltarse.

—¿A dónde demonios vas? —Los ojos furiosos oscuros contemplaron a Anya, quien dejó de respirar.

—Demetrius —Melinda se acercó y sujetó a su hijo que estaba alterado. —Cálmate, no harás una escena aquí. —Su voz era intensa. —Esto ha terminado, Anya tiene que ir a su casa.

Melinda sujetó a Anya del brazo, tirando de ella para poner distancia entre ambos, las cosas estaban demasiado tensas. Todo el lugar estaba envuelto en esa pesadumbre y los hombres comenzaban a hablar sobre las pérdidas y que no era lo que les habían prometido.

—Ella me pertenece, no te atrevas a tocarla.—Su voz dominante y fuerte detuvo la respiración de Melinda, como si su mente se quedara en blanco.

Demetrius sujetó fuertemente a Anya, no iba a dejarla ir, no cuando las cosas estaban de esa forma. La alejó de Melinda, acto que la señora Desmond comprendió, solo tensó la mandíbula y le dedicó una mirada condescendiente a Anya. La Forger solo evaluaba el panorama y veía sus posibilidades, debía salir de ahí, pero antes necesitaba una distracción lo suficiente para deshacerse de Demetrius, quien estaba descontrolado por los resultados.

—¿Sabes dónde está tu padre?— Melinda se aventuró con otra pregunta.

—¿Mi padre? —Sonrió con ironía. —En búsqueda de su plan de respaldo.

Y como si fuera una señal, la pantalla que aún seguía encendida en el escenario, presentó interferencia antes de que el rostro de Donovan Desmond llenara la pantalla, con esa expresión inescrutable.

"Ciudadanos, hemos sufrido un fraude electoral ante la victoria infundada, eso es algo que el Partido de Unión Nacional no permitirá, nuestra prioridad es el el bienestar que los habitantes de Ostania y tomaremos todas las medidas que sean necesarias para lograrlo"

Donovan Desmond levantó un comunicador, llevándoselo a los labios.

—Háganlo.

Anya sentía la boca seca, porque sabía que era lo que eso significaba. Debía salir de ahí, por lo que forzó el agarre de Demetrius, tiró de su mano y logró soltarse, dio media vuelta y corrió hacia la salida. No miró atrás, sin embargo, la luz abrazó a toda la habitación de nuevo, densa y total oscuridad que imposibilitó el moverse con facilidad. Sabía dónde estaba la salida por lo que siguió andando con lentitud.

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