⚠️ HOMOFOBIA ❌ {FREDDY X MONTY} [EN EDICIÓN]

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[Pov: Omnisciente.]

La hora del desayuno estaba a punto de acabar, razón por la que Owen se dirigía a la biblioteca a devolver el libro de química que había tomado para estudiar antes de su examen.

El felino iba dando saltitos de forma infantil, saludando alegremente a sus compañeros y conocidos del lugar, quienes le devolvían el saludo con gusto.

En el camino, iba repasando una última vez el libro, asegurándose de retener la mayor cantidad de información posible, pero debido a su poca falta de atención por los pasillos, se acabó chocando con alguien sin querer, pero no tan fuerte como para que alguna de las dos personas perdiera el equilibrio.

Más pronto que tarde, Owen escuchó la voz chillona de una femenina enojada, la cual le empezó a reclamar.

— Agh..! ¡Oye, ¿Qué te-?! —se detuvo de pronto al ver lo pequeño y joven que Owen lucía, quien la miro de vuelta.

— Oh.. lo siento, no fue mi intención. —se disculpo apenado, rascándose detrás de su oreja de gato. Aunque la pena le duró poco, pues no tardó en presentarse— Pero bueno, soy Owen Laurent. Un gusto conocerte, ¿Cómo te llamas? —extendió la mano con una amplia e inocente sonrisa, la cual solo le hacía ver ingenuo, o al menos así lo era a los ojos de la chica.

—... Vanny. Vanny Halley. —respondió luego de un momento de silencio, tomando la mano de Owen y apretándola de forma ligeramente amable.

Owen sonrió más ampliamente, antes de soltar su agarre. Sabía que tal vez no debería estar hablando y perdiendo tiempo, pero no podía evitarlo, su personalidad extrovertida no dejaba de buscar nuevos amigos.

— Bien, Vanny, ¿Puedo decirte algo? —le pregunto, a lo que la coneja, algo extrañada, asintió levemente, mirándolo con recelo disimulado— Tu me recuerdas a alguien...

Casi al instante, el rostro de la albina se puso más pálido de lo que ya estaba. Su mente comenzó a intentar recordar. ¿Sería algún testigo de uno de sus encargos, algún ex compañero suyo? No tendría sentido de no serlo...

— Ah... ¿Sí?.. ¿Y a quien te recuerdo? —preguntó, disimulando su nervioso bajo una máscara de indiferencia.

Observó al felino achicar los ojos mientras sus pupilas, que antes eran redondas y grandes, contraerse en finas hojillas, que la miraban como si fuera una presa.